Jugar un torneo con los tres mejores equipos del mundo, que entre sus pergaminos figura que ganaron seis de los siete mundiales disputados (dos cada uno), no es algo que se dé todos los días. Sin embargo, Argentina está allí.
Jugar un torneo con los tres mejores equipos del mundo, que entre sus pergaminos figura que ganaron seis de los siete mundiales disputados (dos cada uno), no es algo que se dé todos los días. Sin embargo, Argentina está allí.
—¿Se pensó alguna vez en el lugar que está ocupando el equipo, compartiendo cartel con los tres primeros del ranking?
—No. Nunca se tuvo el temor de decir "nos vamos a comer 40 puntos", algo que, por otra parte, fue lo mejor que nos pasó. Hasta ahora es ir partido a partido. A lo mejor con Nueva Zelanda nos comemos un baile bárbaro y goleada, pero sabemos que es un proceso.
—Irlanda podría ser un espejo de Argentina porque más o menos está en un mismo nivel. Cuando ellos se enfrentaron con los All Blacks poco pudieron hacer, sobre todo en el último partido.
—En los partidos con Irlanda, las pelotas que le dio Nueva Zelanda fueron para que se las devolviera. Nunca los irlandeses pudieron atacar desde esas pelotas. La presión fue tremenda. En este tipo de partidos todo se disputa. No es patearla lejos y vemos. Lo que se desprende con el pie o la mano es para disputarlo. Si la patean es porque llegan todos a presionarte y si no hiciste la cosas bien, perdés la pelota. Esa es la competencia. Ahora nos metemos en el mundo de Nueva Zelanda, que es el mejor rugby del mundo y que vamos a ver dónde está nuestro equipo. En nuestras cabezas está tratar de progresar. Después cuando terminemos el torneo, esperemos sacar un buen balance.
—¿Dónde están haciendo hincapié, teniendo en cuenta que Los Pumas van a pasar de jugar un rugby muy físico como ante Sudáfrica a un rugby muy dinámico como el neocelandés?
—La zona de contacto es un tema preocupante, porque es allí donde Nueva Zelanda genera la dinámica. En defensa vamos a tener que marcar no sólo al que lleva la pelota, sino también a los apoyos. Ahí es donde más se potencian... contacto y pase.
—¿Creés que se puede dar un partido parecido al del Mundial?
—No sé, no creo. Lo único que sé es que ellos siguen teniendo un nivel muy alto. Vamos a ver cómo repercute que no esté Sonny Bill Williams. El es un jugador que hoy en día le genera todos los espacios. Argentina está bien y viene con el concepto de seguir mejorando. El último partido ante los Springboks no marcó ningún techo. Si vos hablás con cualquiera de los jugadores, te van a decir que se perdió una gran oportunidad (de ganar), pero la verdad es que esto es parte de un proceso. Son seis partidos. El segundo de ellos se jugó bien, pero son seis, y ahora se viene el más difícil.
Por Luis Emilio Blanco
Por Leo Graciarena