Por segunda vez en el año, el Colegio Normal Nº 2 fue blanco de un preocupante robo. El hecho más reciente se produjo el viernes por la tarde, cuando una persona extraña a la institución educativa logró ingresar hasta el aula del sexto grado para llevarse mochilas escolares, billeteras, tarjetas del transporte y dinero. Sin embargo, y consejo del Ministerio de Educación, recién ayer los directivos hicieron la denuncia policial y prometieron restringir al máximo el acceso de personas ajenas al edificio y poner más personal en los ingresos.
Pasadas las 13 del 28 del mes pasado, los cientos alumnos del turno tarde aguardaban que sonara el timbre para asistir a clase. Fue en ese instante cuando un grupo de chicos de sexto grado vieron como un hombre hurgaba entre las pertenencias de todos sus compañeros. Asustados, fueron a pedir la ayuda del personal del Normal Nº 2 y, al regresar, el extraño había logrado fugarse.
Luego, y en el recuento de las pertenencias, determinaron que el ladrón había logrado hurtarles 5 mochilas, una billetera, dinero, un celular, un carné de un club y tarjetas del transporte urbano.
Tras la indignación, profesores, directivos y alumnos comenzaron a tejer conjeturas. ¿Por dónde ingresó?, se preguntaban al unísono los chicos que, tras dar aviso a las autoridades, regresaron al aula y el delincuente ya no estaba.
Las hipótesis se multiplicaron. Es que el señorial inmueble de Córdoba 2084 tiene tres entradas: por Balcarce y por Santa Fe (ingreso del nivel secundario), además de Córdoba (nivel inicial y primaria).
Si bien el hecho se produjo el último día hábil de la semana pasada, las autoridades dieron aviso al Ministerio de Educación santafesino y realizaron una reunión del Consejo Directivo del Normal el lunes y recién ayer —por sugerencia de la cartera educativa— hicieron la denuncia policial.
El colegio cuenta con una población escolar de 3 mil alumnos y sólo tenía un portero.
"Las puertas estarán abiertas exclusivamente en el horario de ingreso y egreso de los estudiantes, luego permanecerán cerradas. Los padres van a poder acceder haciéndose anunciar por escrito o bien si fueron citados por los docentes", anunciaron ahora como medida de prevención las autoridades.
Más estrictos. En definitiva se restringirá al máximo el ingreso. "Les estamos comunicando a los padres que vamos a ser más estrictos en los controles para la apertura y cierre de las puertas. Y a partir de esos momentos no va entrar nadie más, salvo los docentes y el personal de la institución. Sólo ingresará el padre que tenga una entrevista acordada o por alguna situación de urgencia", detalló la rectora de la institución, Raquel Gioffredi.
A comienzos de este año, a una persona le había faltado una cartera y, tras este segundo hurto, se decidió colocar otro portero para controlar los ingresos.
Hipótesis. El aula en cuestión, da al patio cubierto de la escuela y también a la cantina, y se conecta al portón que da por Santa Fe. Una alternativa es que el delincuente haya huido por aquí o bien haya ganado la calle saltando por alguna ventana. "No estamos exentos de lo que le pasa al resto de la gente. Pudo haberse colado en el ingreso de los chicos, hasta haber dicho que era un papá, realmente es muy compleja la situación", consideró Gioffredi.
Descartada la colocación de cámaras de videovigilancia en los accesos, el Normal Nº 2 apuesta a redoblar el control con el personal y cerrar las puertas durante el dictado de clases.
Opciones. En tren de comparaciones ante la misma problemática, el Superior de Comercio tomó otra modalidad.
Decidió entregarles a sus alumnos una tarjeta personalizada que registra el ingreso y egreso del edificio, a excepción de los horarios de llegada y salida de clase donde hay porteros. se trata de diferentes estrategias frente a la inseguridad: un flagelo que también llegó al ámbito educativo.
"No queremos la policía en las escuelas"
El delegado en Rosario de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), Daniel Couselo, fijó su posición gremial ante los reiterados casos de inseguridad que se dan en las instituciones educativas y que generan un fuerte debate entre los docentes asociados a la entidad sindical frente a esta problemática.
“Las escuelas no están exentas de lo que pasa en todos lados. Estamos de acuerdo con que se intensifiquen los patrullajes en la vía pública, se hagan diseños de seguridad y se ajusten los controles, pero jamás queremos a la policía dentro de la escuela”, resumió el dirigente gremial.
Couselo admitió que la inseguridad quedó instalada en la comunidad educativa. “Admitimos varios mecanismos que tengan que ver con el refuerzo en los controles, pero nunca hay que permitir que la policía ingrese”, remarcó el dirigente sindical.
El Normal Nº 2 no es ajeno al sindicato. Aunque, “en las escuelas que están en los barrios y la periferia se roban hasta las bicicletas”, indicó.