El paso de la Oficina Municipal de Empleo por los distritos ofrece datos congruentes con los que
acaba de revelar el Indec para el Gran Rosario, donde entre el último trimestre de 2008 y el
primero de 2009 la desocupación subió más de tres puntos y sumó a 21 mil personas al mapa del
desempleo. La oficina móvil, que en abril funcionó en el Distrito Sur, detectó una creciente
necesidad de trabajo: sólo en esa zona 343 personas se acercaron en busca de un empleo, a razón de
18 por día. La mayoría ya no fueron mujeres beneficiarias de planes sociales, como ocurría desde
hacía años, sino hombres que acaban de perder su puesto o se ven obligados a trabajar menos horas.
Por primera vez este año la Oficina de Empleo, en su modalidad
“itinerante”, se queda un mes en cada centro municipal de distrito (en abril le tocó al
Sur, en mayo al Noroeste y este mes al Norte) para “asistir a vecinos que busquen trabajo o
deseen capacitarse con fines laborales”.
¿Qué ofrece a quien acude con dificultades de empleo? Se le hace una
entrevista, se confecciona una historia laboral que ingresa a una base de datos y luego se la
deriva a alguna de las alternativas que presta el Servicio Municipal de Empleo: talleres de
reinserción laboral, apoyo en la búsqueda de un puesto, orientación al trabajo independiente,
capacitación en oficios e intermediación laboral.
Simultáneamente, la Oficina de Empleo itinerante recorre las firmas de
cada distrito para relevar eventuales demandas de mano de obra y promocionar las herramientas e
incentivos que ofrece el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Luego el organismo analiza qué puestos se ofrecen y qué perfil de
empleados se buscan. Se convoca a los postulantes, se los entrevista y se trabaja con ellos hasta
en materia de “estrategias” para su posterior presentación laboral. La decisión final
escapa a su control.