La campaña de vacunación en Reino Unido es un éxito. Más del 80 por ciento de la población tiene al menos una dosis contra el Covid y más del 60 por ciento dos. Pero mientras la primavera se hace sentir, las expectativas generadas por una progresiva reapertura de actividades, que ya sufrió una primera postergación de un mes, empiezan a nublarse. Los contagios volvieron a trepar, especialmente en algunas regiones. La variante Delta, que Argentina intenta frenar, demuestra que no será tan sencillo retornar a esa cierta normalidad tan anhelada.
“En general hay un sentimiento de que se puede volver atrás con más restricciones. ¿Nos habremos apurado?”, se pregunta el médico rosarino José Villar, un investigador de Oxford que hace varias décadas que vive en Londres.
Una sensación parecida atraviesa las palabras de Paula Rivas, psicóloga, que vive con su familia en la zona noroeste de la capital inglesa.
Mientras charla telefónicamente con este diario envía por WhatsApp la foto del test casero que acaba de realizarse: “Hoy me avisaron que soy contacto estrecho y que por lo tanto tengo que aislarme cinco días. No sé ni quién es ese contacto porque nos envían un aviso en el que nos anuncian, simplemente, que alguien informó que somos su contacto. Así que tuve que testearme (dio negativo) y de todos modos debo cumplir con el aislamiento”, comenta.
Esa prueba casera para saber si uno tiene Covid se entrega desde hace meses. Aquellas personas que están expuestas por sus trabajos, los que usan el transporte público, deben testearse dos veces por semana.
Paula menciona que no todos lo hacen y que hay personas que aún dando positivo no se aíslan. “El incumplimiento de las medidas no es solo cosa de argentinos, se ven en casi todo el mundo... Es interesante analizar ese comportamiento”, reflexiona.
Los números oficiales indican que el crecimiento de contagios en la última semana es para prestar mucha atención. Muchos hablan de que se ingresó de lleno en la tercera ola. Ayer se informaron más de 18 mil nuevos casos, el número más elevado desde principio de febrero en Reino Unido. El incremento de contagios es del 50 por ciento en una semana y los más afectados son personas jóvenes.
Las hospitalizaciones y los fallecimientos, afortunadamente no acompañan esa suba, lo que demuestra que la vacunación no frena las infecciones pero sin dudas morigera las formas moderadas y severas de la enfermedad. En Inglaterra, por ejemplo, hace pocos días iniciaron la inoculación a mayores de 18 años sin comorbilidades.
Hasta el momento, en Reino Unido (Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda del Norte), con una población de más de 66 millones de personas, las infecciones por Sars Cov 2 alcanzaron a 4 millones 700 mil individuos y se registraron 128 mil fallecimientos.
“Según mi mirada, claramente el recurso más valioso con el cual contamos para hacerle frente a esta situación es la vacuna. Pero es importante destacar que siguen siendo necesarias todas aquellas medidas que actualmente contribuyen al cuidado tanto personal como colectivo, incluido el uso de tapabocas, el distanciamiento y la ventilación de los lugares cerrados”, comenta Ainelén Piazza, rosarina, doctora en Ciencia Biológicas quien reside en Norwich, Inglaterra, desde noviembre de 2020.
Ainelén considera que los testeos masivos son fundamentales: “Actualmente el gobierno provee gratuitamente a la población de kits de testeos rápidos y fáciles de realizar en casa, para advertir inmediatamente los casos positivos y evitar la propagación”.
Para Paula, quien trabaja en su consultorio particular como analista, no es posible pensar en la normalidad que conocimos, aún en donde vive. “Entraremos y saldremos de las distintas olas, probablemente. Mi hijo había retomado las clases presenciales pero esta semana su escuela volvió a cerrar, y solo está abierta para que los chicos vayan a hacerse una PCR”.
“En mi caso, solo atiendo a muy pocos pacientes cara a cara, con la mayoría sigo online. Evito el transporte público y me manejo en bicicleta si tengo que salir. ¿Reuniones? muy pocas y cumpliendo con la distancia y al aire libre. Por supuesto, ni pienso en viajar a ver a mi familia, es una macana, pero por ahora sabemos que no es posible movernos”, señala.
En ese sentido advierte: “La variante Delta es altamente contagiosa. Creo que allá tienen la posibilidad de ver la foto de lo que pasa en Europa, lo que nos pasa aquí a nosotros, entonces deben tomar todas las medidas necesarias para evitar el ingreso de más variantes. Es casi imposible en el mundo globalizado evitar que la gente se movilice y que las variantes no circulen, pero es momento de ser estrictos para intentar evitar otra ola grande de contagios en la Argentina”.
La psicóloga relata que como es personal de salud tiene colocadas dos dosis de vacuna AstraZéneca desde hace más de un mes, y que ya le advirtieron que para octubre es posible que tenga que ponerse una dosis más.
Villar, por su parte, dice que “va a ser necesario algún tipo de tercera dosis durante el año aunque esto no está decidido a nivel gubernamental. No hay tal magnitud de vacunas”.
En relación a las restricciones agrega: “Pese a que hay escuelas abiertas, los grupos suspenden todo si aparece un caso entre los niños. Y la mayoría de los colegios reciben alumnos al 50 por ciento de la ocupación. La universidad no abrirá hasta octubre de manera completa”, puntualiza.
Villar argumenta: “Vamos dando pasos muy positivos, pero el sentimiento de que podemos volver a las restricciones más duras existe”.