Las paritarias de los empleados públicos provinciales vuelven a tensar la relación entre el gobierno nacional y los Estados subnacionales. En este caso, la relación entre el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien le debe pedir asistencia financiera para reunir los 12 mil millones de pesos que necesita para afrontar el aumento salarial de los trabajadores de ese distrito.
El ministro de Infraestructura de Buenos Aires, Alejandro Arlía, reveló que el propio gobernador encaró negociaciones con la presidenta porque la provincia no podía afrontar por sí sola el aumento salarial. "Pedimos refuerzos", dijo. Horas más tarde, la ministra de Economía de la provincia vecina, Silvina Batakis, aclaró que sólo pedirán a la Nación una parte de esos 12 mil millones de pesos.
La negociación no se da en el mejor momento. La guerra fría desatada luego de que se conociera la reunión entre Scioli y Julio Cobos encendió un nuevo capítulo del largo conflicto que enfrenta al mandatario bonaerense y la jefatura de Estado en el marco de la disputa por una eventual sucesión.
En ese marco, funcionarios bonaerenses dejaron trascender que el gobierno nacional frena la autorización de un nuevo pedido de endeudamiento de la administración provincial.
El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, negó esa especie pero advirtió que el endeudamiento de las provincias para pagar sueldos es "un camino peligroso". También chicaneó a Scioli: "La victimización permanente me parece que no es lo adecuado", dijo.
La jefa de Hacienda bonaerense intentó contemporizar. "Como siempre, nos hemos reunido con mi par nacional, el ministro Hernán Lorenzino, y con diálogo y responsabilidad hemos llegado a soluciones para la gente, esta no será la excepción", destacó en su cuenta de twitter.
Y se mostró confiada en "el diálogo para buscar soluciones y acordar". Además, confirmó su fe kirchnerista. "La provincia de Buenos Aires fortalece el proyecto nacional de desarrollo y sus políticas lo demuestran", indicó.
Batakis dijo que cada punto de incremento salarial representa para la provincia una erogación extra de 650 millones de pesos.
Ese es el monto que recibe la provincia por el fondo de reparación del conurbano. La ministra recordó que esa partida está "congelada" y señaló que "once provincias en 2013 recibirán más recursos por el fondo del conurbano que la provincia de Buenos Aires", se quejó la ministra.
La paritaria de los empleados públicos provinciales, en un año electoral, condensa los dos grandes frentes del conflicto para el Estado nacional: el sindical y el de los Estados del interior. A la vez que presiona para poner topes a los acuerdos de salarios, la administración pulsea con los recursos para domesticar a los jefes territoriales.
Scioli, en capilla, busca un arreglo. Su ministro de Infraestructura informó que el mandatario "está encarando negociaciones" para conseguir los recursos destinados a cubrir la demanda de los gremios.
"Pedimos refuerzos y queremos ser muy cuidadosos, y estamos tratando que la cifra de aumento conforme un buen salario porque no hay peor salario que el que no se puede pagar", sostuvo.
"Estamos buscando un financiamiento para el conjunto de las necesidades financieras y necesitamos ayuda", dijo.