Max Emilian Verstappen cumplirá el mes próximo 23 años y ya lleva 6 temporadas en la Fórmula 1. ¿Qué hubiera pasado si en agosto de 2014 hubiera aceptado la oferta de ser parte del programa de desarrollo de pilotos de Mercedes y no la de Red Bull Junior, como finalmente sucedió? Imposible saberlo, pero este belga que usa la nacionalidad holandesa de su padre Jos, quizás hoy podía estar sentado en uno de los autos que dominan la F-1 desde antes que debutara y no se limitaría al papel de ser su eterna sombra como lo viene siendo y cada vez más marcado ante la debacle de Ferrari. Porque tiene la personalidad y los quilates para ser campeón del mundo, pero salvo en algunas ocasiones, como ayer en el Gran Premio 70º Aniversario, que sirvió de excusa para correr dos veces seguidas en Silverstone, debe exprimirse a fondo, él y su equipo Red Bull, para superar con calidad e inteligencia a los alemanes enquistados en el poder, que tiene al hexacampeón Lewis Hamilton como su estandarte principal, sin dudas.
Todos los fanáticos holandeses de la F-1 que suelen abarrotar los autódromos con sus casacas naranjas, todos esos que se encolumnaban tras su padre Jos pese a que apenas dos veces subió al podio en 10 años, tienen depositados los sueños de título en Max. Y cómo no, si después de su temporada debut en 2015 en la escuela de Toro Rosso y 4 carreras más en 2016, lo subieron al Red Bull y en su primera vez ganó su primera carrera de Fórmula 1. Claro, por entonces Hamilton y Mercedes ya habían iniciado el ciclo más exitoso de la historia de un team en la máxima categoría y desde entonces siempre Verstappen debió sumirse en él. Pero cuando le dieron un resquicio como ayer, cuando los neumáticos volvieron a hacer padecer a los autos alemanes como una semana atrás, los aplastó.
Fue la 9ª victoria de Verstappen y no es casualidad que 8 de ellas vinieran después de un triunfo de un Mercedes Fue la 9ª victoria de Verstappen y no es casualidad que 8 de ellas vinieran después de un triunfo de un Mercedes. Excepto en México 2018, donde venció después de que Kimi Raikkonen obtuviera su último triunfo, en Ferrari, en el GP de EEUU, Max siempre ganó luego de que festejara un piloto de las Flechas de Plata: en 6 ocasiones después de Hamilton, en 2 de Valtteri Bottas y en una más de Rosberg. Ahora inclusive su victoria cortó 5 seguidas de los alemanes y 3 consecutivas del multicampeón. También la anterior victoria no-Mercedes fue suya, en Brasil 2019.
Después de una excelente largada, en el giro 11 pudo apurar a los Mercedes, los cuales otra vez penaban con desgaste prematuro de los neumáticos, y el equipo le ordenó regular para no desgastar los propios. Pero eso no se le puede ordenar a un piloto con el hambre de gloria como él y patentó su frase que lo pinta de cuerpo entero: “Esta es la única oportunidad de acercarme a los Mercedes, no me voy a quedar acá sentado como una abuelita”.
"Esta es la única oportunidad de acercarme a los Mercedes, no me voy a quedar acá sentado como una abuelita" La frase hablaba de otra realidad además, que pocas veces puede darles batalla en serio y ayer fue una de ellas. Su Red Bull mostró una mejor puesta a punto que los imbatibles de siempre, acertaron en cuándo cambiar las gomas y lo demás lo hizo Verstappen.
La debacle de Ferrari, que apenas luce con un esforzado Charles Leclerc y que ya le soltó la mano a Sebastian Vettel (el alemán se quejó públicamente de las órdenes de equipo para los cambios de gomas), lo dejó aún más en el lugar de llanero solitario. Y le permite también a un espectáculo cada vez más monótono de la F-1 agregarloe emoción, demostrando además que el factor humano siempre debe ser considerado, aún en medio de un avance incontenible y sin vuelta atrás de la tecnología, que degradó la imprevisibilidad siempre necesaria en este deporte.
Max parece ir a contramano de lo establecido y por eso son muchos los que lo celebran. Hamilton fue campeón por primera vez con 23 años, pero en su 2ª temporada en la F-1. Verstappen aún no los cumplió pero sería una picardía que su papel se limite al de sombra de los poderosos. Porque está claro que tiene luz propia.
Ahora viene España, donde debutó en Red Bull y ganó
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Un Max Verstappen con cara de adolescente de 17 años celebra en lo más alto del podio de Barcelona, en 2016.
La F-1 vuelve a correr el domingo en España y a Verstappen le trae grandes recuerdos. Ahí el 15/5/2016, con 17 años, ganó su primera carrera de F-1, justo cuando se subió al Red Bull por primera vez, ya que hasta ahí corría para Toro Rosso.