Teherán/Londres. — Autoridades iraníes amenazaron con dar una “lección ejemplar a
los agitadores” detenidos en los disturbios contra el dudoso resultado de las elecciones
presidenciales del pasado 12 de junio. En Teherán ya no se veían ayer grandes demostraciones
públicas, ante la extrema militarización de la ciudad y la censura prácticamente total impuesta por
el régimen islámico. Varios presuntos detenidos fueron mostrados en las cámaras de la televisión
estatal admitiendo su mal comportamiento, mientras militantes adictos al gobierno realizaban
manifestaciones antioccidentales, aunque con escasa presencia de público.
Diez días de protestas contra las elecciones que confirmaron en el cargo
al presidente ultraconservador y antioccidental Mahmoud Ahmadineyad han llevado a protestas sin
precedentes y a una brecha pública en el orden islámico, así como en su cúpula (ver página 28).
Candidatos que fueron derrotados en los comicios del 12 de junio, entre
ellos el ex primer ministro Mir Hossein Mousavi y el clérigo reformista Mehdi Karoubi, acusaron a
las autoridades de fraude y han pedido una repetición de las elecciones. Karoubi señaló que la
oposición seguirá adelante en su reclamo y convocó a los iraníes a celebrar ceremonias, maána, para
recordar a los fallecidos en las protestas de la semana pasada. Al menos 10 personas murieron en
los incidentes del pasado sábado y unas siete más a principios de la semana pasada. Todas son
víctimas de la represión de la policía, las milicias Basiji y los paramilitares Guardias de la
Revolución.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que hasta ahora se había
contenido en sus declaraciones sobre Irán, afirmó que está “consternado e indignado”
por la represión. Estados Unidos no va a interferir en las protestas, y las acusaciones de que las
está instigando son “claramente falsas y absurdas”, aseguró. “Condeno estas
acciones injustas, y me uno al pueblo estadounidense en el duelo por cada una de las vidas
inocentes que se han perdido”, dijo Obama en la Casa Blanca. “Debemos dar testimonio
del coraje y la dignidad del pueblo iraní, y de una apertura destacable en la sociedad iraní. Y
deploramos la violencia contra civiles inocentes”, añadió.