Defendió con su honor de barrio los colores de Napoli durante cinco temporadas. Su ascendente nivel hizo que a mediados de 2012, Ezequiel Lavezzi mudara sus piques y gambetas a Paris Saint Germain. Y en su primera experiencia en el fútbol galo logró dar la vuelta olímpica. “Fue una gran experiencia. Disfrutamos mucho el campeonato”, afirmó el puntero surgido en Coronel Aguirre con voz algo tímida. En la actualidad, los parisinos lideran la competencia y están muy cerca de pasar a los octavos de final de la Champions League. No hay dudas de que el Pocho sigue disfrutando de un gran presente en un fútbol que considera exigente, pese a que muchos lo ven como de segunda línea.
—¿Cómo explicás al fútbol francés?
—Es muy diferente al italiano. Es un fútbol mucho más físico y de menos orden táctico. Es mucho más difícil de lo que la mayoría imagina. Por ahí para muchos no es tan bueno, pero te aseguro que es difícil jugar acá.
—¿Se hizo difícil porque fueron muchas figuras en los últimos años, fruto de capitales árabes o rusos?
—La llegada de muchos jugadores de renombre jerarquizó esta liga. No tengo dudas. Y está bueno que eso suceda y siga pasando porque le dará mayor prestigio al fútbol francés.
—¿Y cómo es el vestuario del PSG, ya que hay jugadores de renombre?
—Hay muy buena onda entre todos. Nos llevamos muy bien y tenemos en claro que lo más importante es el club.
—¿Hay rondas de mates?
—Sí, eso está asegurado. Tomo siempre con el Flaco (Pastore) y el uruguayo (Cavani).
—En lo deportivo, ¿están en su mejor momento pese a que son los últimos campeones?
—Estamos mucho mejor con respecto a la pasada temporada, que fue cuando llegamos varios jugadores de otras ligas. Por suerte logramos el título, pero ahora estamos más sólidos como equipo, ya que nos conocemos mejor.
—¿Y la competencia cómo es, ya que son casi todos figuras?
—Sana, muy sana. Cada uno se mata en los entrenamientos porque quiere jugar. Nos llevamos bien en ese sentido.
—¿Para qué están en la Champions?
—Buscaremos llegar lo más lejos posible. En ese sentido, apuntamos a lo máximo.