El presidente Mauricio Macri mantuvo una serie de reuniones bilaterales con los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau y de Nueva Zelanda, con quienes acordó la necesidad de "relanzar las relaciones" entre ambos países, y solicitó apoyo para que el país sea sede de la próxima cumbre de presidentes del G-20. La agenda, incluyó su participación en una cena en la Casa Blanca encabezada por el mandatario estadounidense Barack Obama.
Macri se reunió con ambos ministros en el Salón Concorde del Hotel Hay Adams, donde se hospeda el jefe de Estado argentino para participar hoy de la Cuarta Cumbre Mundial de Seguridad Nuclear que organiza Estados Unidos en Washington. De la Cumbre de Seguridad Nuclear participan los jefes de Estado de 52 países, entre ellos tres latinoamericanos (Argentina, Brasil, Chile y México), además de organismos de gobernanza global como Naciones Unidas, Agencia Internacional de Energía Atómica, Interpol y la Unión Europea.
Durante el encuentro con Trudeau, Macri coincidió en "la importancia de potenciar la explotación de las energías renovables, la minería, el cuidado del medio ambiente y la seguridad en el hemisferio, entre otros puntos en común". Ambos jefes de Estado destacaron la necesidad de "relanzar la relación bilateral", durante los próximos cuatro años en los que coincidirán sus respectivos mandatos.
Macri solicitó a Trudeau "apoyo para que la Argentina sea elegida como sede de la reunión de G20 para el año 2017", en tanto que el premier canadiense "le pidió respaldo para la intención de Canadá de integrar el Consejo de Seguridad en 2021 y 2022".
Asimismo, el gobierno informó que "Macri invitó a Trudeau a visitar la Argentina en un futuro cercano y el primer ministro le agradeció el ofrecimiento y le comentó que tuvo la oportunidad de conocer el país hace diez años y que le gustaría regresar".
"El presidente Macri le explicó los cambios en materia económica que el gobierno argentino está realizando en el país para recuperar la confianza a nivel internacional, reinsertarse en el mundo y conseguir mayor cantidad de inversiones e intercambio comercial", señala el comunicado oficial difundido por el Casa Rosada.
Durante el encuentro participaron, además, por el gobierno argentino, la canciller Susana Malcorra, el embajador en los EEUU, Martin Lousteau; el embajador ante la ONU Roberto García Moritán; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el vocero presidencial, Ivan Pavlovsky.
Desde el Palacio Rideau, sede del gobierno canadiense, Trudeau (Partido Liberal) se "elogiaron los esfuerzos iniciales del presidente Macri para poner en práctica su programa de reforma económica para promover el crecimiento económico sostenible y atraer inversiones".
También se informó desde Canadá que los líderes debatieron sobre oportunidades para fortalecer la relación bilateral, incluyendo comercio e inversiones, así como también en diferentes áreas para mejorar la colaboración, como la tecnología limpia y la lucha contra el narcotráfico" así como también se refirieron a cuestiones como derechos humanos y democracia, seguridad hemisférica y cambio climático, agregó Ottawa.
Posteriormente, Macri mantuvo su segunda reunión bilateral en el mismo hotel con el primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, acompañado por la canciller Malcorra, Lousteau; Pompeo y Pavlovsky.
Según se informó oficialmente, en ese encuentro ambos dirigentes analizaron "la posibilidad de que ambos países aúnen esfuerzos para mejorar su posición comercial en la Unión Europea con los productos agrícolas".
Macri le dijo a Key que la Argentina "tiene los brazos abiertos" para las inversiones que los empresarios de Nueva Zelanda quieran realizar en el país y señaló además que "existe un gran potencial para la explotación minera sustentable, especialmente en la extracción de litio ya que la Argentina tiene la segunda reserva del mundo de ese mineral".
Ambos mandatarios dialogaron sobre la situación en la Argentina y en la región, especialmente sobre la actualidad política de Brasil, agregó el comunicado de Presidencia.
La revisión. El presidente Mauricio Macri anticipó que en la reunión que mantendrá hoy con su par chino, Xi Jinping, apuntará a “ratificar la vocación de profundizar la alianza estratégica” con esa república, pero aclaró que va a “revisar” los contratos existentes y que quiere que ese vínculo sea “dentro de un marco de mutuo beneficio y con acuerdos transparentes”.
El proyecto de ley del arrepentido toma vuelo
El proyecto oficial de ley del arrepentido en casos de corrupción ya está prácticamente listo para ser enviado al Congreso y prevé hasta la eximición de la pena para aquellos que colaboren con desbaratar o esclarecer delitos contra la administración pública.
La iniciativa fue elaborada por la Oficina Anticorrupción y se encuentra en revisión del Poder Ejecutivo antes de llegar al parlamento, presumiblemente después de la exposición del jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la Cámara de Diputados, el 13 de abril.
El envío del texto fue anunciado por el presidente Mauricio Macri en una entrevista que dio este miércoles antes de partir hacia la Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington.
Si bien el texto ya estaba redactado, el anuncio pareció una respuesta a los últimos embates de la diputada Elisa Carrió, quien toma la agenda anticorrupción como una de sus prioridades. Para el Ejecutivo, la figura del arrepentido puede acelerar o activar investigaciones por corrupción, en momentos en que se encuentran en la mira de la Justicia funcionarios del gobierno kirchnerista, incluida la presidenta Cristina Fernández.
En ese contexto, el financista Federico Elaskar, uno de los procesados en la causa por lavado de dinero de Lázaro Báez, ya anticipó que podría acogerse a régimen y ampliar las revelaciones surgidas en las últimas semanas en el expediente.
Fuentes oficiales y parlamentarias señalaron que legisladores del Frente para la Victoria pusieron reparos para prestar su aval al proyecto, que será enviado junto a otro de recupero de activos o extensión de dominio de bienes surgidos de la corrupción.
"No están muy de acuerdo. Es probable que usen como argumento que no se puede negociar con delincuentes, pero el objetivo final sería evitar que se destapen más ollas del último gobierno", señaló una fuente con llegada a ambos poderes.
No obstante, el régimen penal argentino ya incorporó esta figura para casos de secuestros extorsivos, tenencia y tráfico de estupefacientes, terrorismo y trata de personas. El proyecto oficial es clave para poder avanzar en casos de corrupción que involucrarían a funcionarios del gobierno anterior.