En una ajustada votación, con el aval de 12 ediles contra 10, el Concejo aprobó ayer el aumento en la tarifa del transporte urbano. Dentro de diez días viajar en colectivo en Rosario saldrá un 20 por ciento más caro: el boleto costará 2,30 pesos. El socialismo consiguió el apoyo de otras bancadas al abrir la puerta a la implementación del medio boleto universitario, mediante la creación de una comisión de estudio del tema. En simultáneo, los concejales sancionaron la segunda suba del año para taxis, cuya bajada de bandera será de 5,60.
Tras dos horas y media de debate, el oficialismo logró aprobar una de las iniciativas clave de la gestión saliente de Miguel Lifschitz, para dejar allanado el camino a la intendenta electa Mónica Fein, quien tendrá desde diciembre un Palacio Vasallo con composición más adversa.
Para sancionar la ordenanza, esta vez, a sus nueve concejales propios la bancada socialista sumó el aval del ARI (Oscar Greppi), el PRO (Laura Weskamp) y un radical frentista (Gonzalo Del Cerro). Ante cada uno de ellos, el PS cedió en algo en su propuesta original: concedió a Greppi una reducción de la suba tarifaria mediante un aumento del derecho de espectáculo que se paga en el casino, accedió a evaluar el boleto universitario que reclamaba Del Cerro y confirmó que habrá trasbordos a precio diferencial como pedía la edila macrista.
Los bloques opositores fundamentaron su rechazo argumentando que la Municipalidad no mejorará el servicio a los pasajeros ya que todavía adeuda la incorporación de mejoras ya aprobadas por el cuerpo. También se planteó que la suba recaerá sobre trabajadores y estudiantes.
Sin público en el recinto por temor a incidentes, la discusión comenzó con la justificación del aumento planteada por la socialista Clara García, quien se basó en el contexto inflacionario. La edila recordó que el último ajuste fue sancionado en abril de 2010 y en ese lapso los sueldos aumentaron 54 por ciento, el litro de gasoil 31 por ciento y el precio de las unidades 42 por ciento.
Desde el PJ, Diego Giuliano advirtió que "los ajustes de tarifa no dan resultados porque mucha gente se bajará del colectivo". En ese sentido, le endilgó al municipio haber "fracasado" en su gestión del transporte ya que "en 1970 había 700 ómnibus, y cuarenta años después hay sólo treinta más, con menos pasajeros".
Alberto Cortés (Proyecto Sur) propuso como alternativa para evitar la suba gravar con el impuesto provincial a los ingresos brutos a las cerealeras que operan en el sur de Santa Fe. Y advirtió que incrementar el transporte público potenciaba el fomento a los autor particulares.
El radical Jorge Boasso dijo estar "cansado de ver siempre la misma película, los mismos discursos durante años". Luego, irónico, denunció haber sido "engañado" por el socialismo: "Como ya me quemé con leche, cada vez que los veo a los socialistas, lloro".
Boasso, que había destrabado el último aumento recordó que apoyó esa iniciativa a cambio de mejorar el servicio mediante la implementación de la tarjeta inteligente, colectivos diferenciales y el boleto universitario. "Pero les mintieron a los rosarinos y no cumplieron nada, sólo hicieron anuncios", se quejó.
El cuadro tarifario aprobado (2,30 pesos el boleto convencional; 2,75 el ocasional con cambio justo; 1,15 el medio boleto estudiantil; 2,20 el valor en la tarjeta de seis viajes; y 2,05 en la de 40) entrará en vigencia "en diez días, que es el plazo que tiene el Ejecutivo para promulgar la ordenanza", anunció el subsecretario de Servicios Públicos, Diego Leone.
La votación vinculada a la tarifa de taxis fue más holgada. Por amplia mayoría los ediles resolvieron que los nuevos valores serán: bajada de bandera diurna: 5,60 pesos con una ficha de 28 centavos. Durante la noche, la bajada será de 6,30 y la ficha costará 32 centavos.
Avanza el boleto universitario
El medio boleto para estudiantes terciarios y universitarios dio ayer el primer paso en el Concejo. Los ediles aprobaron la creación de una "mesa de trabajo pro boleto universitario", que estará integrada por la UNR, la UTN, la Dirección de Educación Terciaria, Secretaría de Servicios Públicos, Hacienda, Gobierno, Ente de Transporte, concejales y representantes de la FUR y de los estudiantes terciarios.
Además, en la sesión se avalaron dos pedidos de informes, uno a la UNR y otro al Ente del Transporte, para que los concejales accedan a información técnica, económica y social para avanzar en esa discusión. Seguirá bajo análisis la posibilidad de financiar la franquicia mediante una suba del Drei a supermercados y autoservicios como compensación por la implementación de áreas de protección para esos comercios.
Mientras los ediles avanzaban con estas iniciativas, afuera del Palacio Vasallo un grupo de estudiantes nucleados en la Federación Universitaria de Rosario exigían su inmediata aplicación. "El transporte, urbano e interurbano, es uno de los principales gastos que tenemos que afrontar quienes queremos estudiar en la Universidad pública. Un nuevo incremento del boleto agravaría las dificultades que año a año generan que el 60 por ciento de los estudiantes que comienzan una carrera abandone sus estudios antes de finalizar el primer año", denunciaron.
También se movilizaron a Córdoba y 1º de Mayo integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), quienes cuestionaron el incremento del cuadro tarifario, que también impactará en las franquicias vigentes.
Por decisión mayoritaria, no se permitió el ingreso de los jóvenes al Concejo. La razón oficializada por el presidente del cuerpo, Miguel Zamarini fue evitar que se produzcan incidentes como los registrados durante el último ajuste del sistema.
TGI
Aunque relativizó su impacto económico, el secretario de Hacienda, Gustavo Asegurado, consideró ayer “interesante” la propuesta del concejal Héctor Cavallero de recargar sobre los habitantes de Puerto Norte una mayor suba de la tasa general de inmuebles (TGI) para atenuar el incremento en los barrios. El funcionario apuntó que los contribuyentes del frentes costero hoy representan sólo el 0,2 por ciento de los aportantes de toda la ciudad, razón por la cual dudó sobre su incidencia. Luego recordó que en 2005 se dividió la ciudad en cinco radios catastrales según la capacidad contributiva de los vecinos, esquema que fue “perfeccionado” en 2008 mediante la eliminación de topes que se habían fijado para evitar subas mayores.