Alvear.— Carlos Pighin asumió en la comuna de Alvear hace menos de un mes.
No encontró tractores en el galpón, ni dinero en las arcas, ni orden administrativo. Dice que "hay
una deuda de 4 millones de pesos y 84 empleados más de los que había en noviembre de 2009".
Encontró problemas y está viendo cómo resolverlos. La esperanza es lo último que perderá este
hombre.
La deuda de 4 millones de pesos la está desagregando una auditoría contratada a
la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR. Es casi un millón de dólares que no aparecen, o peor,
que se deben y no se sabe a quién.
El ex presidente comunal Oscar Montagni estuvo 20 años al frente de Alvear.
Compró con la modalidad de leasing una ambulancia, en el pueblo un colectivo recorría los distintos
barrios y los fines de año a cada alvearense "amigo" no le faltaba un pan dulce en la mesa.
Según la actual gestión, la deuda se gestó por medio de compromisos de mutuales
y personas físicas a las que se tercerizaba el cobro del derechos de registro e inspección comunal
(Drei). "La comuna tomaba deudas sobre los cobros del Drei. Un comercio o industria le pagaba
directamente a estos particulares o mutuales, pero la deuda era más grande de lo que pagaban, y nos
encontramos con que estas mismas personas jurídicas, estudios o mutuales nos piden el dinero con
que se habría respaldado la deuda inicial", explicó Pighin.
La comuna tiene además 450 cheques devueltos y juicios millonarios por deudas
con proveedores. La ambulancia se la llevaron, no se terminó de pagar, y el colectivo no circula
más por el pueblo.
“Tenemos una parte de la política vieja, con clientelismo y
promesas. Yo soy farmacéutico y gané las elecciones por 442 votos, la gente me apoyó y me apoya
mucho. Por ellos es que el pueblo va a ir adelante”, dice un optimista nuevo político en el
mundo real.
Los 84 contratados. La comuna tiene 54 empleados en planta efectiva, son los que administran,
cortan el césped e inspeccionan la ciudad. En diciembre se incorporaron 84 contratos que cobran
entre 50 y 400 pesos por semana. “Los incorporaron por medio del artículo 3 de la ley 24.465,
es un contrato laboral que caducó para el código en 1998, el sistema jurídico ese no existe
más”, acota Pighin.
No sólo eso; la ley indica que no se puede tener más del 10 por ciento
de personal contratado en una comuna, en este caso hay 54 efectivos y 84 contratos. “Estamos
estudiando cómo encontrarle la vuelta. Esto deja de ser un problema local para ser zonal. Hay gente
que ni siquiera es de Alvear”, dijo el mandatario.
El pueblo era, siempre fue, pequeño y acotado, el límite con el campo es
justo y la soja casi entra a las calles sin asfalto. La jurisdicción es de 500 hectáreas y en ellas
se encuentran además 54 empresas, entre ellas la General Motors, la cerealera Dreyfus y desde la
semana pasada un moderno artillero. “No puede ser que en esta ciudad haya desocupación. Los
terrenos que tenemos son ideales para que se instalen empresas” dice entusiasmado. A pocos
kilómetros del pueblo está el parque industrial de Alvear y desde allí sale gran parte de los
fondos comunales.
Terrenos vendidos. De los otros terrenos, los que “sobraban”, algunos fueron
vendidos; pero no está claro en qué condiciones. “Se vendieron lotes en cuotas de 50 pesos
mensuales, a un costo bastante menor del que tendrían. Es más, se lotearon lugares en los que por
catastro se encuentran espacios verdes, calles y plazas. Estamos analizando a los compradores; si
lo hicieron de buena fe, a los que estén bien no los molestaremos”, expresó el nuevo titular
de la comuna, y acotó que “la venta de los terrenos debería haberse hecho por medio de una
reunión de la junta comunal y por medio de un acta, aparentemente no hay nada de eso”.
Para Pighin es “increíble” que el 60 por ciento de la gente
no tenga gas natural. A esto se suma la desocupación y la falta de asfaltado en la localidad.
“No queremos que nadie plante un ladrillo en un terreno que no sabe si es propio y tampoco
que hayas tantas carencias”
El “apoyo incondicional del pueblo, gente que se ofrece a cortar
el césped o hacer los caminos comunales, que nunca se hicieron, poniendo sus máquinas, pagando el
gas oil y dando su tiempo. Eso es lo que me ayuda a seguir”, dice Pighin.
Esta comunidad espera salir de las complicaciones en el menor tiempo
posible, pero las razones de que una comuna llegue a esas deudas y tenga comprometido su
presupuesto anual antes de que el nuevo titular de la comuna pueda empezar a trabajar, tienen
distintos caminos de comprensión. Seguramente será la Justicia el que encuentre el correcto.