El 1º de mayo de 2005, Lionel Messi empezaría a escribir su fantástica historia en Barcelona. Ese día, luego de recibir una asistencia mágica de Ronaldinho, venció al arquero de Albacete para el 2 a 0 definitivo. Desde ese momento hasta hoy, batió todos los récords goleadores y llegó a los 403 tantos.
Con el número 30 en su espalda, Messi ingresó en el segundo tiempo en el Camp Nou por Samuel Eto’o y enseguida convirtió tras un pase por arriba de Ronaldinho, pero fue mal anulado por posición adelantada. Pero enseguida tendría revancha en una acción calcada en tiempo adicional. Habilitación por arriba del brasileño y el rosarino se la picó al arquero.
Y lo que siguió en una década fue batir récord tras récord. Es el goleador histórico de la Liga española con 281 tantos (30 más que Telmo Zarra, su escolta) y de la Liga de Campeones con 75. Los otros gritos los distribuyó así: 32 en la Copa del Rey, 10 en la Supercopa de España, 4 en el Mundial de Clubes y 1 en la Supercopa de Europa. Ganó, por supuesto, todos los trofesos habidos y por haber como pichichi.
Desde su debut el 16 de octubre de 2004 ante Espanyol, con 17 años y 114 días, Messi tardó casi siete meses en anotar, antes de cumplir los 18. Pero no paró más y no alcanzó su techo.
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