Trabajadores del Poder Judicial de la Nación convocaron ayer a un paro de actividades por 72 horas para rechazar la propuesta de reforma judicial impulsada por la presidenta Cristina Kirchner.
Trabajadores del Poder Judicial de la Nación convocaron ayer a un paro de actividades por 72 horas para rechazar la propuesta de reforma judicial impulsada por la presidenta Cristina Kirchner.
La medida fue anunciada por el sindicalista Julio Piumato, quien explicó en conferencia de prensa que la protesta comenzará el próximo miércoles a las 9, con una movilización al Palacio de Justicia, y que se extenderá hasta el viernes siguiente.
"Llenemos la plaza Lavalle y demostremos que los judiciales vamos a defender la Constitución nacional y la división de poderes", afirmó el gremialista, hombre cercano al líder de la CGT opositora, Hugo Moyano.
Exultante por la adhesión a la medida de todas las delegaciones en el país de la Unión de Empleados Judiciales, Piumato afirmó en la sede porteña del gremio que ellos "defienden" sus "derechos" y a la "Justicia argentina".
La protesta coincidirá con el llamado a una nueva movilización denominada "18A", el próximo jueves, que fue convocada por opositores y ciudadanos descontentos con las políticas de la Casa Rosada para hacer conocer su malestar frente a varias iniciativas del oficialismo, entre ellas la reforma judicial.
Piumato informó que la decisión fue por unanimidad "rechazar la reforma judicial impulsada por el gobierno porque afecta los intereses de todos los argentinos, fundamentalmente de los trabajadores y los jubilados, al crear una nueva instancia que retrasa por años la duración de los juicios".
El dirigente denunció además la "injerencia del gobierno en el manejo del Poder Judicial", sostuvo que la reforma "viola la Constitución nacional, la independencia de los poderes del Estado y pone en riesgo el equilibrio que debe existir en un sistema republicano".
"Sabemos que hay que reformar la Justicia, pero este no es el camino porque significa garantizar la impunidad del poder político y someter a la Justicia a los dictados del poder de turno", afirmó el gremialista, que consideró que de este modo se viola "la autarquía" que conquistaron hace más de 20 años y se quita "transparencia" a la prestación de justicia.
"Eliminan la vocación de servicio, quieren judiciales baratos sin ser judiciales", agregó Piumato alzando, en medio de los aplausos.
La otra vereda. Por su parte, afiliados a la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) expresaron ayer su respaldo al paquete de proyectos de reforma de la justicia impulsados por el gobierno y reivindicaron como "una medida fundamental" la democratización para el ingreso a la carrera judicial.
En un comunicado, la seccional segunda de la UEJN calificó como un histórico reclamo de los trabajadores judiciales "el ingreso democrático a la carrera judicial" respetando el escalafón correspondiente. La nota fue firmada por la secretaria general de esa seccional, Vanesa Siley, el secretario adjunto, Juan Rota Escalante.
Agregó que por eso "trabajadores y trabajadoras judiciales de la ciudad de Buenos Aires acompañamos estos proyectos legislativos y este movimiento democratizador del Poder Judicial".
"En la profunda convicción que la Justicia se debe estos cambios, que un proyecto de país nacional y popular necesita de instituciones democráticas que vayan de la mano con él y que los trabajadores judiciales, como actores necesarios y protagonistas, tenemos que estar a la altura del momento histórico".
Por Claudio Berón