El vicegobernador Jorge Henn defiende la reforma tributaria aprobada el jueves pasado, y rechaza que se trate de un mero aumento de impuestos causado por una mala administración, tal como varios le endilgaron al proyecto en las discusiones previas.
El presidente del Senado santafesino sostuvo que “la provincia está bien administrada” por el Frente Progresista, y consideró que en las críticas a la iniciativa “hubo pirotecnia verbal, natural al debate político”.
El radical destacó que “la reforma se aprobó con votos de legisladores tanto del oficialismo y como de la oposición, lo que habla a las claras de que era una necesidad inobjetable”.
Henn insistió con la idea de que “hablar de un aumento de tasas o avalúos es un reduccionismo”.
El vice planteó que “el diseño del sistema impositivo es esencial a la conformación de un Estado, entre otras funciones indelegables”.
Añadió que “el gobierno se propuso modificar un esquema muy injusto que rige desde años”.
El mandatario ejemplificó que “había casos irrisorios de valuación fiscal de zonas con alta rentabilidad productiva, sectores exentos por completo de impuestos”, ante lo cual “propusimos un sistema más equitativo, progresivo”.
Henn consideró que “salió la reforma posible, quizás no la deseada, pero no deja de ser satisfactoria”.
Agregó que “esto no significa quedarnos tranquilos”, pero la reforma aprobada “soluciona en parte algunos problemas”.
También responsabilizó al gobierno nacional por la situación financiera de la provincia, al recordar que “queda por resolver la abultada deuda que la Nación tiene con los santafesinos”, y reclamó “un esquema más federal y menos centralista y discrecional”.