Es una de piratas. Pero de acá cerca nomás, no del Caribe. Y de inesperadas aventuras, como con las que pasó a la posteridad en 1719 el escritor inglés Daniel Defoe. No hay superestrellas ni efectos especiales y sí una historia sobre "el valor de la vida" contada con dibujos animados para chicos y "los que llevamos un chico adentro", explica el director del filme, el dibujante uruguayo Walter Tournier. "Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe" es un largometraje, el primero de este autodidacta de 67 años, que se estrena el jueves en las salas de cine de Rosario.
Tournier es reconocido en el paisito por la inmensa cantidad de premios recibidos en festivales cinematográficos dedicados a la niñez y a la juventud, y por muchos de sus trabajos. Entre ellos "Los Tatitos", una miniserie de 22 capítulos de 2001, pero especialmente por "Tonky" que hoy se ve en Canal 5, la Televisión Pública de Uruguay.
Es el mismo canal que emite "Cabeza de ratón", el programa de la Cooperativa de Animadores de Rosario. Con sus integrantes Tournier mantiene un ya largo y continuo intercambio de saberes.
En su filme, Tournier reivindica la historia del marinero escocés Alexander Selkirk como propia de nuestra región. "La película cuenta la historia de un pirata que fue abandonado en la isla Juan Fernández (allá por 1704), cerca de la costa chilena. Después cuando lo encontraron, cuatro años después de vivir en absoluta soledad, el relato de su experiencia fue aprovechado por Defoe para su Robinson Crusoe", explica el animador y agrega: "Y más allá de la aventura, es un relato donde el personaje aprende a valorar las cosas que realmente se necesitan para vivir".
Mucho tiempo. Montevideano, Tournier aprendió solo a trabajar con dibujos animados y lo hace públicamente desde los años 70, porque "en aquella época no había escuelas de cine en Uruguay, imaginate, y menos de animación".
Se dedicó a los cortos y de allí la alegría que expresa ante su primer largometraje: "Es el trabajo más importante que he hecho y tenemos grandes expectativas".
Según fuentes uruguayas, también es el primogénito de los largometrajes de dibujos animados realizado en ese país.
La referencia anterior de Tournier es al tiempo que se necesitó para producir "Selkirk". Y aunque suene descabellado, hacer la peli llevó "diez años. De a poco comenzó la pre-producción y solamente los dos últimos fueron para hacer la película", cuenta.
Mucho dinero. La increíble cantidad de horas puestas al servicio de esta coproducción uruguayo-argentino-chilena (entre Tournier Animación y La Suma de Uruguay, Maíz Producciones de Argentina y Cineanimadores de Chile), que contó con un presupuesto de 1,2 millones de dólares, se justifica en su técnica de realización, denominada Stop Motion (cuando se otorga movimiento a elementos estáticos a través de una sucesión de imágenes fijas).
La mayor parte del trabajo de construcción de los muñecos y su puesta en escena y manipulación se realizó en el taller que Tournier tiene en el patio de su casa de Montevideo. También fue necesario montar otros escenarios, y uno de ellos tenía un taller de costura incluido.
Aunque eso de trabajar en casa sea una novedad a medias ya que "Tonky", la serie que hoy se ve por Canal 5 de Uruguay, fue totalmente realizada por el animador en su residencia.
Mucha gente. Preguntado sobre su rol en la producción, Tournier se ríe y menciona la palabra "hice de todo. Escribí la historia y luego tuve que armar los muñecos y las ambientaciones. Y después se toman las fotografías". El resultado final tiene además un tratamiento especial con fondos digitales en 3D.
Cabe destacar que junto a Tournier trabajó un ejército de animadores, marionetistas, costureros, diseñadores, pintores, maquetistas, sonidistas y camarógrafos.
Las voces de los personajes estuvieron a cargo de actores y actrices argentinos, encabezados por Ariel Cisternino, como Selkirk, junto a Mariano Chiessa, Gabriel Rovito, Karin Zabala, Gustavo Dardes y Pablo Gandolfo.
El filme se estrenará simultáneamente en cines de Argentina, Uruguay, Chile y Perú, y se espera que luego haga lo mismo en otros países de Latinoamérica. "Que la vea la mayor cantidad de gente" es el deseo de Tournier. Y vuelve a su imaginería de muñecos.