Hace 25 años que Kike Teruel transita los caminos del folclore de gira en gira, rompiendo récords con sus discos y marcando un camino junto a Los Nocheros, el grupo que revolucionó la música popular argentina desde sus comienzos junto a Jorge Rojas, y que continuó haciéndolo luego de su partida. Hoy, el cuarteto sacude multitudes, sin embargo, Teruel, el guitarrista y una de las voces principales del grupo, decidió tomarse un año sabático y radicarse en España. ¿El motivo? “Me sentía cansado y desganado y por ende, con falta de alegría”, explica Teruel en una entrevista exclusiva con Escenario, en la que cuenta todos los detalles de esta sorpresiva decisión, antes del último show que darán Los Nocheros en Rosario. Además, reflexionó sobre la economía argentina actual, la escena folclórica y su posible regreso a la televisión con “Talento argentino”.
A modo de despedida, Los Nocheros harán un show el próximo viernes en el Teatro El Círculo (Mendoza y Laprida), donde además de recorrer su último disco “Zafiro”, revivirán los grandes éxitos de más de 25 años de carrera y será la última vez que sus fans podrán ver a Kike junto al resto de los integrantes del grupo, quienes continuarán con sus presentaciones en formato trío en todo el país.
—¿Por qué decidiste tomarte un año sabático? ¿Hiciste un click o ya lo venías pensando?
—Me fui cansando de algunas cosas, no del canto ni del escenario, sino de la parte física. Los viajes me estaban agotando demasiado y mi cabeza no daba para más. Y eso te lleva a muchas situaciones de estrés; te cambia hasta el carácter y te genera dolores de cabeza constantes. Me sentía cansado y desganado y por ende, con falta de alegría. Y mi trabajo es pura alegría, ¿qué problema puede tener un tipo arriba de un escenario? Y en un momento dije: “Bueno, quiero descansar”. Y se me pasó todo. Así que me di cuenta que era por eso. Me relajó no tener que pensar un lunes que viajo el jueves. Hace 25 años que viajo todo el tiempo y postergué muchas cosas por eso. Mis compañeros están más joviales y siguen adelante con más pilas que nunca, pero en mi caso la energía se fue acabando. Nosotros no tenemos problemas, estamos siempre de acuerdo, somos cuatro tipos que tenemos el mismo objetivo: agradarle a la gente. Entonces, ¿cómo yo voy a estar sin ganas? No tengo motivos para estar mal arriba de un escenario, entonces tomé la decisión de descansar.
—¿Cómo va a ser tu despedida en Rosario?
—No puedo decir qué va a pasar porque va a ser todo muy espontáneo. Va a ser un show distinto donde vamos a cantar un poco de todo. Y creo que me voy a emocionar porque va a pasar un largo tiempo hasta que vuelva a estar con los chicos. Tocar en Rosario es como tocar de local. Así que se juntan dos sensaciones diferentes; la emoción previa a los últimos shows, con la angustia y la melancolía de que me voy, pero al mismo tiempo estoy muy feliz por poder hacer lo que siento en este momento.
—¿Cómo pensás que lo toma el público?
—Me viven gritando “Kike no se va”, y eso me llena de orgullo y satisfacción porque después de tantos años, la gente ya es parte de mi familia “nochera”.
—¿Ninguno de tus compañeros de grupo tuvieron problema de que te fueras tanto tiempo?
—En absoluto. Les comuniqué a los chicos que necesitaba descansar el año pasado. Somos amigos y hermanos de la vida, así que me dijeron que me tome el tiempo que necesite. Podemos tener diferencias de si el disco sale en mayo o en diciembre pero nunca en la vida de Los Nocheros tuvimos el problema de no apoyarnos cuando el otro necesita algo.
—¿Cuánto hace que no te tomabas ocho meses de vacaciones?
—¡Nunca! Lo máximo que me he tomado fueron dos meses, cuando no nos presentamos en los festivales de verano. Nunca se me hubiese ocurrido hacer esto, pero se dio con la espontaneidad que me caracteriza. Voy a estar en España de abril a diciembre, y voy a volver a Argentina para las fiestas. ¿A quién no le vienen bien ocho meses de vacaciones?
—¿Por qué elegís España?
—Tengo muchas razones; mi hijo juega en un club allá, tengo muchos amigos, hablamos el mismo idioma, tenemos la ciudadanía española. No me voy a ir a Bélgica o Alemania donde tienen una idiosincrasia tan distinta a la nuestra. Me encantaría visitar al Papa Francisco en el Vaticano, conocer a la reina Máxima en Holanda. Además, mi hijo está en un club en frente de Ibiza, así que no hay dudas de que en julio vamos a estar allí disfrutando de las playas.
—¿No volver es una de las opciones?
—No, esa opción no existe. Me voy con mis dos hijos varones y mis dos hijas mujeres quedan acá con sus familias. Somos una familia que siempre nos hemos apoyado. Para no volver se tendrían que ir para España mis dos hijas y Los Nocheros también. Yo estoy cómodo acá en Argentina, no me estoy escapando del país. A pesar de que reniego de algunas cosas como les pasa a todos. Los Nocheros estamos pasando un muy buen momento así que no me quedaría a vivir allá. Igualmente, en ocho meses pueden pasar muchas cosas; tanto en este país como en España, entonces uno nunca sabe. Pero mi cabeza está pensando que en diciembre estoy de vuelta acá.
—Recorrés el país de punta a punta desde hace más de 20 años, ¿cómo ves Argentina actualmente?
—El país está partido en dos. Esto no es un campeonato de fútbol. Y nos están haciendo creer que si no sos de uno, sos de otro. Nosotros, Los Nocheros, no estamos de ningún bando, somos argentinos y tiramos para adelante. Hay mucha gente que la está pasando mal y poca que la está pasando muy bien. Igual, eso pasó siempre, pero considero que hay ciertas cuestiones que se pueden atender un poco mejor, como la salud y la educación. Parece que hay una política latinoamericana para que todos seamos burros y para que cada vez se trabaje menos. Los festivales que tienen entradas baratas o gratis se llenan y la gente tiene la necesidad de escuchar música popular como cuando salieron Los Nocheros, el Chaqueño o La Sole, o con este boom espectacular de Abel Pintos. Hay una avidez de siempre con la música popular. Y cuando la entrada es cara, las cosas fracasan. Así que hay una realidad económica donde están los pocos que tiene mucho y los muchos que tiene poco. Nosotros hemos tenido una temporada re linda, pero nos damos cuenta que la gente tiene la necesidad de cuidar la plata. Hay una parte de los medios que se dedican a decir todo lo malo, y otra que se dedica a decir todo lo bueno, entonces no sabés si la carne sale 100 ó 50 pesos, el país está bravo. Nos hacen ver que estamos en un país narco, después que estamos en Suiza... y eso cansa. La gente que informa debe ser más responsable con lo que comunica.
—¿Cómo ves la escena folclórica actual con La Sole, Luciano Pereyra, Abel Pintos, que también fusiona el género con el pop?
—Ellos son los que hacen que la llama siga viva. Abel tiene discos exitosos desde hace doce años, pero un día lo descubrió todo el país y el mundo. Eso pasa porque la música popular es así. Nosotros somos una necesidad de la gente. Nosotros no tenemos una difusión masiva en los medios como el rock, así que cuesta el doble hacer un festival folclórico y más imponer una canción, porque no te ponen en la radio.
—¿Alguna vez pensaste en incursionar en otros géneros?
—No, pero tampoco nos disgusta. Ahora se usa mandarle un reggae en medio de un carnavalito. Lo haríamos pero no lo hemos pensado.
—¿Volverías a hacer tele como lo hiciste en el jurado de “Talento argentino”?
—Sí, por supuesto. De hecho este verano se iba a hacer una nueva edición de “Talento argentino” pero no se pudo grabar y yo ya les dije que sí. Volvería a la tele como jurado, pero ¿actuar?, ¡olvidate!