El último informe técnico sobre el funcionamiento de toda la estructura del International Park, elevado hace menos de dos meses a la Municipalidad de Rosario, no menciona problemas en ninguno de los juegos mecánicos destinados al uso del público. El dictamen lo firmó un ingeniero mecánico matriculado tal cual lo exige la ordenanza vigente. No obstante las fragilidades de la normativa parecen evidentes a tal punto que el titular de la Dirección General de Inspección, Gregorio Ramírez, lo señaló anoche al referirse a lo ocurrido. "Hay un vacío legal que merece una discusión urgente. Los elementos de control estatal hoy no son contundentes", dijo.
Los mecanismos de supervisión de los parques de diversiones en Rosario están regulados por la ordenanza 6955, del año 2000. Esta exige una revisión semestral de cada juego en un estudio técnico que el concesionario debe presentar al municipio. El punto sinuoso de la norma es que el propio licenciatario del emprendimiento es el encargado de contratar al ingeniero mecánico que se ocupa de efectuar los controles más minuciosos. "La ordenanza pide que sea el concesionario el que presente el informe técnico. Se evaluará si la ordenanza está o no desactualizada", dijo Ramírez.
Más allá de la ley. Aunque luego este informe debe ser constatado por una dependencia técnica del municipio, con una evaluación menos profunda, los propios funcionarios dejaron clara la endeblez de una ordenanza de aspecto obsoleto. Legalmente el municipio parece cubierto en lo formal. Otra cuestión es el capítulo político que impone este drama: el referido a si los controles debidos hacia comercios destinados al uso público, mayoritariamente infantil en este caso, son los que razonablemente corresponden. Hoy hay un privado contratando a quien lo examina.
La empresa concesionaria del International Park eleva regularmente el informe técnico requerido sobre cada uno de los juegos. El último expediente, presentado el 27 de junio pasado, no revela situaciones que impliquen peligro, ni en la llamada Rueda Panorámica, juego en el que se produjo la tragedia, ni en otro. "Fijar la responsabilidades compete a la Justicia. Todos la documentación está a disposición", indicó Ramírez.
Falla y control. El especialista de seguridad e higiene de la Municipalidad, Alejandro Abud, sostuvo que no es posible decir a estas horas qué falló. Afirmó que debe establecerse si los controles del profesional a cargo se ajustan a una revisión idónea. Pero puso énfasis en que en una máquina puede haber fallas no detectables que en este caso afloraron dramáticamente. Algo que técnicamente se denomina "vicios ocultos".
"Cuando se hacen ensayos mecánicos sobre el material los hay por destrucción y sin destrucción. Hay estudios de los elementos que son no invasivos por medio de radiografías. Esto le cabe al profesional competente. La Municipalidad no puede hacer ensayos estrictos de los juegos. Sí definir si a simple vista cada juego tiene cinturón de seguridad o si la estructura está colapsada o deformada", señaló Abud.
"Operativamente es imposible que el municipio haga una revisión de cada juego. Pueden existir vicios ocultos indetectables, por ejemplo en un eje que cruza sistemas mecánicos de rotación y traslación. No puede el municipio desarmar juego por juego para ver cómo están los ejes y los tornillos, lo tiene que hacer un profesional. Para saber lo que produjo este incidente hay que esperar lo que señalen los peritos en la materia", agregó el especialista.
"La normativa sobre el control puede ser óptim. Pero si por temperatura, golpe o desgaste falla un elemento de sostén, que al ser verificado estaba bien, el accidente igual puede ocurrir", consignó
Los cambios de hábitos en la sociedad tornan vetustas ciertas regulaciones. El director de Inspección señaló que el municipio tiene hoy elementos muy acotados para inspeccionar: las normas enfatizan más sobre el funcionamiento de los comercios que sobre su seguridad. El mejor ejemplo es la ordenanza 7218 que regula espectáculos públicos, por ejemplo boliches, donde en los últimos años hubo incidentes graves, algunos fatales.