El intérprete británico Joe Cocker murió ayer, a los 70 años, en su casa de Colorado (Estados Unidos), tras una dura batalla con el cáncer de pulmón. La pésima noticia para el mundo del rock & blues la dio su productora en un comunicado. Según su agente Barrie Marshall: “Fue sin duda alguna la mayor voz de rock y soul que dio el Reino Unido”.
Cocker, de voz desgarrada, saltó a la popularidad por su versión del tema “With a Little Help From my Friends” de los Beatles, canción que inmortalizó en el legendario concierto de Woodstock en 1969. Nacido en Sheffield, en el norte de Inglaterra, alcanzó en 1968 el número uno en las listas con esa canción compuesta por John Lennon y Paul McCartney.
Cocker residía desde hacía años en un rancho en Colorado con su segunda mujer, Pam. El agente del músico, Barrie Marshall, afirmó a la BBC que Cocker era “sencillamente único” y que “será imposible llenar el espacio que deja en los corazones” del público. El ex beatle Ringo Starr también le rindió tributo al músico: “Adiós, y Dios bendiga a Joe Cocker, de uno de sus amigos, paz y amor”, dijo el baterista de los Fabulosos Cuatro de Liverpool.
Su representante Marshall aseguró que el músico “fue el mismo hombre durante toda su vida”. “Tenía verdadero talento, era una auténtica estrella, pero al mismo tiempo un hombre amable y humilde que amaba estar sobre el escenario. Cualquiera que le haya visto alguna vez en directo no podrá olvidarle”, dijo Marshall.
El británico John Robert Cocker, conocido como Joe Cocker, será recordado como el intérprete blanco con voz y alma de negro por su forma de interpretar los blues.Nacido en Sheffield (norte de Inglaterra) el 20 de mayo de 1944, dio allí sus primeros pasos en la música con actuaciones en pequeños clubes de su ciudad natal. Los ídolos musicales que marcaron su carrera desde sus inicios fueron negros: Ray Charles, Sam Cooke y Aretha Franklin.
Después de tocar la batería con los Cavaliers, se convirtió en el cantante de los grupos Gasborad y de Vince Arnold and the Avengers, con el que realizó una gira en la que compartió escenario con los Rolling Stones, Manfred Mann y Hollies.
En 1964 grabó su primer single con las canciones “Georgia on my Mind”, de Ray Charles y “I’ll Cry Instead”, de Lennon y McCartney. Cuatro años después tuvo su primer éxito con la versión de “With a Little Help From my Friends”, también de los Beatles, que lo colocó en los primeros puestos de las listas de éxitos británicas y europeas.
Pero su consolidación como cantante llegó con el rodaje de “Mad Dogsand Englishmen”, con el que comenzó una relación con el cine que se mantuvo a lo largo de toda su carrera y que contribuyó a muchos de sus éxitos más populares.
Durante los años 60 y principios de los 70 sus canciones alcanzaron grandes éxitos. Fue muy recordado como “la voz” de Woodstock por su participación en dicho festival en 1969 en Estados Unidos, tres días de “música, paz y amor”. En 1972, después de una gira de 65 conciertos en 57 días por estados Unidos, cayó en una gran crisis personal a consecuencia del alcohol y las drogas, que lo apartó del mundo de la canción, hasta que reapareció en 1982 con la edición de su octavo álbum Sheffield Steel.
Pero el empujón definitivo se lo dio la interpretación de “Up Where We Belong” en la película “Reto al destino” (1982), cantada a dúo con Jennifer Warnes, por la que logro un Oscar. Posteriormente completaría sus éxitos cinematográficos con temas como “You can Leave your Hat on” (“Puedes llevar el sombrero puesto”), escrita por Randy Newman e interpretada por Cocker en “Nueve semanas y media” (1985) o los álbumes “Civilized Man” (1984)) y “Cocker” (1986).
“Heart and Soul” se publicó en 2004 como un álbum de versiones de clásicos del soul, blues y rock de los 60, 70, 80 y 90. Tres años después grabó “Hymn for my soul”, entre los que se destacaron “Don’t Give Up On Me” y “Long As I See The Light”, tema con el que Cocker cerró su debut en Rosario, la inolvidable noche del 22 de marzo de 2012.
En 2007, la reina de Inglaterra, Isabel II, entregó a Cocker la medalla que le acreditaba como Oficial del Imperio Británico por sus servicios a la música. Tras publicar “Fire it up”, el 23º disco de estudio y el que sería el último de su vida, el cantante expresó en una frase sencilla su actitud y relación con la música: “Hacer un álbum es como hacer un cuadro”.