La emotiva final del Mundial y los festejos masivos que se desataron luego hicieron que los bares de la ciudad también tuvieran un día de gloria y gran facturación. Los dos principales corredores gastronómicos de la ciudad, Pellegrini y Pichincha, trabajaron intensamente a pesar de que faltó gran parte del personal de cocina y salón, en parte por la ausencia de transporte que impidió que llegaran, pero también porque muchos empleados optaron por quedar festejando. Abrieron hasta más tarde de lo habitual, entre las dos y las tres de la mañana, y algunos incluso se quedaron sin mercadería.
En avenida Pellegrini los que abrieron, ya que no todos los hicieron, trabajaron muy bien. La jornada no estuvo exenta de complicaciones, porque parte de los equipos de trabajo, tanto mozos como personal de cocina, no asistieron. “En líneas generales, fue un domingo que estuvo a la altura de las expectativas de un festejo impresionante como el que hubo en la ciudad, tomando la avenida como zona de paso al Monumento”, dijo Alejandro Pastore, titular de Paseo Pellegrini, que efectivamente fue el escenario de un desfile interminable de autos y personas a pie.
A pesar de que muchos cargaron heladeritas o compraban bebidas en los kioskos y minimarkets y se ponían a consumir directamente en la calle munidos de parlantes, la presencia de gente sentada en las mesas también fue fuerte y constante durante toda la tarde noche, lo que hizo que el horario de cierre se estirara unas dos horas más que lo que usualmente sucede un domingo. “Fue algo muy bienvenido para la gastronomía, una alegría en un contexto de necesidad enorme como la que tiene nuestro país que no para de atravesar crisis de todo tipo, económicas y políticas”, agregó.
En Pichincha, otro epicentro de los festejos con mucha gente tomando latas de cerveza, fernet y vino directamente en la vía pública, también hubo mucha actividad en los bares, pero con algunas complicaciones operativas por ausencias notorias en el personal. “Sabíamos que podía haber faltazo, era previsible dada la magnitud del evento. La gente que fue, estuvo muy comprometida, y pudimos sacarle adelante, pero hubo dificultades en el despacho”, contó un referente de la zona.
Para hacer frente a esta dificultad, la mayoría de los locales se dedicaron a vender solo dos o tres productos de cocina para simplificar la operación y poder atender a todo el mundo. “Lo bueno es que la gente estaba tan contenta que fue muy paciente y entendió la situación, que abríamos como podíamos con la gente que teníamos, y aceptó cosas que en otro momento hubieran sido imperdonables, como demoras y falta de productos”, detalló.
Allí también los comercios abrieron hasta más tarde que lo habitual para un domingo, casi hasta las dos de la madrugada. Incluso muchos propietarios tuvieron que cerrar antes por quedarse sin mercadería.
Comercio
El esperado triunfo de la Selección Argentina en la Copa del Mundo también disparó la venta de artículos relacionados al Mundial en los comercios rosarinos. “Ya me están preguntando si va a llegar la camiseta alternativa con el escudo de AFA y las tres estrellas. Después hay remeras con la foto de Messi con la copa. También estuvimos vendiendo muy bien la que dice «anda para allá, bobo»”, comentó Miguel Rucco, presidente del paseo comercial calle San Luis.
Además, detalló que aparecieron muchos clientes que demandaban la réplica del trofeo del Mundial Qatar 2022, y todo el merchandising que tiene que ver con con la Selección Argentina: mates, tazas, vasos, cotillón en general, remeras y banderas. Todo esto, justo en la semana previa a los festejos por Navidad, mercadería que recibió bastante menos atención que otros años por obvias razones.
“Desvió un poco la atención. La demanda de cotillón navideño fue reemplazada por la de Argentina. No es que brotó el dinero en el bolsillo de la gente, sino que se derivó en mayor pedido de esos artículos en detrimento de lo que se vende para las Fiestas”, cerró el referente de los comerciantes.