El brutal accidente en la ruta provincial 1 que el sábado les costó la vida a una pareja rosarina y a su hijito menor, de 16 meses, ayer se cobró una nueva víctima fatal, la del otro chiquito del matrimonio, de cuatro años, que también viajaba en el auto. Entre familiares y allegados el desconsuelo no tenía límites. Fuera de esa tristeza infinita, las palabras de una entrañable amiga de Orteguita, como le decían a Fabián Maldonado (37), el papá, buscó una grieta ante semejante horror: "Yo creo que la muerte los encontró en el momento más pleno de sus vidas —afirmó Ivana Pendino—: superenamorados, con una familia divina y unas permanentes ganas de comunicarse con la gente y con el mundo". El origen humilde y la dura infancia de Fabián, nacido en Tablada; una temprana militancia estudiantil que "le abrió la cabeza"; la creatividad y la ternura de su esposa, Iris Krupnik (30); la pasión de los dos por la murga porteña; el amor entrañable hacia sus chicos, Lucas y Simón, hoy son las únicas luces que quedan encendidas entre tanta oscuridad.
La familia viajaba rumbo al 15º Encuentro Nacional de Murgas que estaba por comenzar en Suardi, una localidad santafesina pero muy cercana al límite con Córdoba.
Todo indica que alrededor de las 14.30 el auto de la familia, un Renault Clío, podría haber mordido la banquina y, al tratar de enderezar la dirección, se habría cruzado al carril contrario, donde impactó frontalmente contra un camión Mercedes Benz que transportaba carbón rumbo a Chile.
El impacto, que se produjo en el kilómetro 26 de esa ruta, departamento de San Justo, causó la muerte instantánea de la pareja y su hijito menor. El otro nene, Simón, fue trasladado con lesiones graves primero al hospital de Brinkmann y luego al de Niños de la Santísima Trinidad en Córdoba, donde a pesar de los esfuerzos médicos falleció ayer la mañana.
"Llegó con heridas muy serias, de hecho fue el paciente más grave que atendimos y desgraciadamente no logramos salvarle la vida", dijeron ayer desde la guardia de ese centro asistencial.
Unos y otros. Tanto Orteguita como Iris formaban parte de la murga rosarina de estilo porteña Okupando Levitas y por eso se dirigían a Suardi junto a sus hijos. Curiosamente, durante el fin de semana en Rosario se llevaba adelante el Tablado Nacional 2, otro encuentro de murgas, en este caso de estilo uruguayo, donde ayer reinaba la consternación entre quienes conocían a los chicos fallecidos.
Un viejo compañero de militancia de Fabián, integrante a su vez de la murga La Cotorra, Rigo Bisso, contó que "era imposible no quererlo a Orteguita", un "chico divino". Recordó que se conocieron a los 18 años, cuando ambos militaban en el MNR, uno en el centro de estudiantes de Ciencia Política y otro en el de Económicas.
"Era un pibe incansable, siempre ligado a cuestiones artísticas", evocó. Rigo contó que en los 90 Orteguita "era medio rolinga, le gustaban mucho Los Piojos y quizás eso mismo lo acercó a la murga porteña".
Pero lo que más remarcó, como Ivana, fue que Orteguita se sobrepuso a un origen "muy humilde", con "grandes dificultades", y "la peleó muchísimo". Un pibe al que los dos definieron como "inolvidable".