El ex contratista de seguridad estadounidense Edward Snowden abandonó sigilosamente ayer el aeropuerto de Sheremetyevo en Moscú, luego de que Rusia finalmente le brindó asilo por un año, acabando con más de un mes de espera en la zona de tránsito de la terminal aérea. La decisión rusa de ayudarlo, ignorando los pedidos de extradición de Washington para que enfrente cargos por filtrar detalles de programas secretos de vigilancia del gobierno, enojó a Estados Unidos y puso en duda una cumbre entre los presidentes Barack Obama y Vladimir Putin en Moscú prevista para septiembre.
Luego de 39 días evitando la multitud de reporteros de todo el mundo desesperados por obtener su imagen, Snowden logró escabullirse nuevamente, al partir del aeropuerto en un automóvil sin ser detectado. "Durante las últimas ocho semanas hemos visto a la administración Obama no mostrar ningún respeto por la ley internacional o local, pero finalmente la ley está triunfando", dijo Snowden a través de un comunicado publicado por WikiLeaks, que lo estuvo asistiendo. "Le agradezco a la Federación rusa por brindarme asilo de acuerdo con sus leyes y obligaciones internacionales", agregó el joven, cuyas primeras filtraciones fueron publicadas hace dos meses.
Oferta de trabajo. Su abogado ruso dijo que entregó al joven de 30 años el nuevo documento, que le permitió abandonar el aeropuerto en busca de un lugar seguro que será mantenido en secreto, y agregó que Snowden podría trabajar y viajar libremente dentro del país de 142 millones de habitantes. El fugitivo estadounidense recibió, incluso, una oferta de trabajo de la principal red social rusa. "Invitamos a Edward Snowden a Petersburgo y nos sentiremos contentos si decide unirse al equipo estrella de programadores en VKontakte", dijo Pavel Durov, uno de los fundadores del sitio con sede en San Petersburgo, en su perfil. VKontakte es la versión rusa de Facebook.
Con el asilo en Rusia, Snowden, cuyas revelaciones avivaron un debate en Estados Unidos sobre las libertades civiles y las necesidades de seguridad nacional, espera evitar la suerte de su compatriota, el soldado Bradley Manning, que está siendo juzgado en Estados Unidos por la difusión de datos clasificados estadounidenses a través de su página de Internet. Nicaragua, Bolivia y Venezuela le ofrecieron refugio pero no hay vuelos comerciales directos a Latinoamérica desde Moscú y al joven le preocupaba que Estados Unidos pueda interceptar su viaje para impedir que llegue a un nuevo destino.
Tensión diplomática. La Casa Blanca dijo ayer que Estados Unidos está decepcionado por la decisión de Rusia de conceder asilo a Snowden, y que el presidente Obama podría prescindir de una cumbre bilateral prevista para septiembre en Moscú. "Consideramos esto como un desafortunado acontecimiento y estamos extremadamente desilusionados", dijo el portavoz del gobierno estadounidense, Jay Carney, quien agregó que "se está evaluando la utilidad de esa cumbre".
Un funcionario de alto rango del Kremlin había minimizado previamente las preocupaciones. "Nuestro presidente ha manifestado muchas veces sus esperanzas de que esto no afecte a nuestras relaciones", dijo a periodistas Yuri Ushakov, máximo asesor de política exterior de Putin.