"El sindicato de camioneros de Santa Fe está acéfalo y paralizado". Así lo definió Pedro Mariani, el dirigente designado por la Federación Nacional del rubro (Fedcam) para "pacificar y normalizar" la compleja situación del gremio, que ayer ya mostraba signos de colapso, pese a que el grupo de dirigentes que ostentan su conducción aseguran que "todo funciona con normalidad". Este mismo sector, que responde al secretario gremial Rubén López, desconoce la intervención y asegura que la jurisdicción santafesina ya no pertenece al organismo que dirige Hugo Moyano.
Mientras el abogado Gabriel Navas, de la facción de López, aseguró en dos ocasiones a este diario que el sindicato presentó formalmente su renuncia a la Fedcam el 23 de abril último —un día antes que el ente nacional decidiera intervenirlo en una asamblea extraordinaria—, Mariani confirmó a La Capital que "las únicas renuncias que se han recibido son las de Rubén López en su carácter de tesorero de la federación y la de Marcelo Dainotto (secretario general en Santa Fe), en su rol de secretario adjunto".
El interventor consideró que "quien sostiene eso (la renuncia), desconoce la ley, los estatutos y la propia historia del sindicato de la provincia de Santa Fe, que es fundadora de la federación nacional junto con Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. Además, desde que asumió Hugo Moyano, el gremio santafesino creció de una forma trementa, con hoteles en varios puntos turísticos y con un sanatorio en Venado Tuerto". Por otra parte, "si fuera cierto que se desvinculan, quisiera saber con qué convenio se van a manejar y con qué obra social van a funcionar", indagó.
En ese sentido, el dirigente remarcó que "al estar acéfalo, al no haber conducción del gremio, no hay actividad posible en los bancos, que ante cualquier gestión piden la certificación de autoridades, y tampoco hay obra social porque no hay con qué pagar a los prestadores. Y López es el único responsable de lo que está sucediendo, que perjudica no sólo a los afiliados de Santa Fe, sino a nivel nacional, porque él era el tesorero de la federación y su renuncia genera un trastorno a todos los sindicatos del país", porque no hay quien firme documentos hasta tanto asuma alguien en su lugar.
Arribo postergado. El arribo de Mariani se esperaba para hoy, pero el dirigente suspendió el viaje porque, afirmó, "no queríamos faltar el respeto al duelo", decretado por la muerte a balazos del repartidor de gaseosas Damián Vaca, ocurrida el lunes en la zona norte de Rosario, en lo que habría sido un intento de asalto. Lo cierto es que, pese a la negación de la facción de López, el dirigente y actual secretario gremial de la federación nacional hará su desembarco en la sede de Pasco al 1100 de Rosario "entre mañana (por hoy) y el lunes", y según aseguró, lo hará acompañado del propio Moyano y miembros del consejo directivo de la federación.
Todos ellos estarán presentes este lunes en la misa que se celebrará en la catedral de Rosario en memoria de Nicolás Savani, el joven camionero que murió en la balacera que se produjo el 12 de abril último, en el marco de una asamblea ordinaria que terminó con la suspensión preventiva del secretario gremial Marcelo Vital Dainotto y del tesorero Miguel Angel Caicciolo, y la disposición de una auditoría contable por presuntos desmanejos del titular del gremio.
Fue precisamente este suceso fatal ocurrido en el ingreso al camping de Pérez —que registró además de un muerto, cuatro heridos— el que disparó la crítica situación de Camioneros de Santa Fe, y que no sólo se define a nivel gremial: mientras la Justicia trata de establecer quiénes son los responsables de la balacera (ver aparte), al Ministerio de Trabajo le cabe determinar si esa asamblea trágica (que pasó a un cuarto intermedio y continuaría este 17 de mayo) es válida o nula, teniendo en cuenta que hubo una selección de los participantes y que se habría celebrado sin la presencia de un delegado de esa cartera.
Hoy la federación nacional considera que el sindicato está acéfalo "porque de los 21 miembros de la comisión, diez son seguidores de Dainotto, otros diez son de López y hay uno que no está con ninguno de los dos. Entonces, al no haber mayoría, se considera que no hay quien ejerza la conducción", explicó Mariani a La Capital. Su misión será, una vez en Rosario, "presentar la documentación de la intervención, hablar con los compañeros, poner en marcha una auditoría contable como corresponde y llamar a elecciones en un plazo de 90 días, de modo que sean los trabajadores de Santa Fe los que elijan a sus autoridades".
Los que se autoproclaman como actuales conductores "pueden aceptar o no la intervención de un delegado normalizador y tienen los medios para plantearlo. Desde ya, nuestra intención es pacificar". Por ello, de haber algún tipo de resistencia a entregar la oficina, "no vamos a desalojar ni a enfrentarnos. Como dijo el compañero Hugo Moyano, «el sindicato no es el edificio, sino los trabajadores», y por ello bastará con buscar otro lugar para trabajar en normalizar la vida del gremio. Es difícil, pero no tanto si hay voluntad", remató el dirigente nacional.
"Me quita el sueño". Dainotto antepone a cualquier situación la muerte de Nicolás Savani. "Es irrecuperable. Nadie le va a devolver la vida, ni el padre a sus tres hijos que quedaron huérfanos. Este pensamiento no me deja dormir y es lo que más sentimos. Por eso puse a disposición mi renuncia a la federación y si es necesario, acá también (por el gremio santafesino). Estoy esperando que venga el interventor, que se investigue y se llame a elecciones".
El dirigente, ahora desplazado por una facción contraria, aseguró que "hay 32 mil afiliados que ya están teniendo problemas con las prestaciones. Los bancos no quieren problemas, está todo parado y nos va a costar recuperar esos servicios". Y se defendió sobre las acusaciones de supuestos manejos irregulares de dineros del sindicato —fundadas en copias de facturaciones difundidas ayer— en la compra de insumos, pago de publicidad en su emprendimiento automovilístico (MDV) e incluso en la compra de una casa en Miami. A excepción de ésto último, que desmintió de plano, el resto de los comprobantes "corresponden a conceptos que fueron autorizados oportunamente por la comisión, por los mismos que ahora me acusan. Y jamás me cuestionaron nada".
Producción periodística:
Lizi Domínguez y Ubaldo G. Mauro