La reforma curricular para los dos primeros años del secundario comenzará a correr desde el primer día de clase de este ciclo lectivo, tal como lo confirmó la propia ministra de Educación de Santa Fe, Letizia Mengarelli, quien adelantó que los cambios “ya están aprobados” y que lo que se revisarán son los contenidos, no la distribución de las materias.
Con la aprobación de la ley de educación nacional, en 2006, llegó el desafío de hacer un secundario que dejara atrás la fragmentación educativa generada con la ley federal de los 90. Para eso se fijaron a nivel nacional acuerdos generales para que las provincias diseñen sus propias currículas. El primer paso fue recuperar la secundaria con un ciclo básico para los dos primeros años y común a todas las escuelas y otro orientado. Lo que se pondrá en marcha este año en Santa Fe es la nueva estructura curricular para los dos primeros años de la secundaria; en otras palabras, un nuevo plan de estudios.
Qué aprenderán. Así, los chicos que empiecen el primer año en la provincia tendrán como materias: formación ética y ciudadana, lengua y literatura, lengua extranjera, educación física, matemática, educación tecnológica, biología, geografía y educación artística (música). En tanto que en segundo, se suman historia (en lugar de geografía), físico química (en el lugar de biología) y artes visuales (por música). Y las escuelas elegirán dos de los llamados “espacios curriculares articulados” pensando en la orientación que más tarde le quieran dar a su secundaria. Estos espacios son seminario de ciencias sociales, laboratorio de ciencias naturales, taller de economía y administración y lengua extranjera adicional.
Hay que recordar que los primeros borradores provinciales de estos cambios se conocieron en diciembre de 2010, y no fueron pocos los que pusieron el grito en el cielo ante las reformas propuestas. Si bien las quejas llegaron desde distintos sectores, quizás los que alcanzaron más difusión pública fueron los de las escuelas técnicas, las de profesores de lenguas extranjeras y el año pasado la de los profesores de historia. En este último caso, el reclamo principal fue por “la desaparición de la historia” en el primer año del secundario.
La ministra Mengarelli justificó la aprobación de la nueva estructura curricular asegurando que se hicieron las consultas necesarias a los docentes, y con la participación de ellos, y también en los marcos que exige la Nación cumplir, para que los planes provinciales sean acordes con las demás jurisdicciones.
Sin historia en primer año, la reforma curricular se pone en marcha este año. Sólo se revisarán los contenidos de las asignaturas.
Pero en la entrevista con La Capital Mengarelli habló de otros temas, se mostró confiada en que las negociaciones con los gremios docentes cierren con un acuerdo y en que las clases comiencen sin sobresaltos. “Estamos bien con los tiempos”, comentó sobre la marcha de las paritarias; y hacia el final de la charla, cuando se le ofreció extenderse sobre algún tema no conversado, sólo anadió como deseo: “Que podamos trabajar”.
—El 2012 se destaca por dos aniversarios significativos para el país, y en especial para la provincia: los 30 años de la guerra de Malvinas y el Bicentenario de la creación de la bandera. ¿Qué lineamientos pedagógicos llegarán a las escuelas para abordarlos?
—Vamos a trabajar con un sistema similar al de “boleta única” que implementamos el año pasado, implicando todos los niveles y modalidades, y con un acompañamiento a las escuelas. La idea lleva como titulo “Belgrano en imágenes”, porque si bien el aniversario de la creación de la bandera es el acontecimiento del año, el perfil de Belgrano da para plasmarlo en muchas imágenes diversas. Será una sugerencia la que llegue a las escuelas, para que puedan recrearla. Y con el tema Malvinas, seguramente haremos un recordatorio especial.
—Por estos días circula por las redes sociales una imagen de Belgrano con esta inscripción: “2012 Bicentenario de la creación de la bandera. Con la reforma curricular, los chicos de primer año no lo van a saber”. Alude a los cambios previstos para el secundario. ¿Qué pasa en este momento con este tema?
—El trabajo con las escuelas secundarias lo podemos remontar a 2008, yo estaba en ese momento a cargo de la Dirección Provincial de Secundaria. Recogimos allí algunas inquietudes. Escuchamos en 2008 y 2009 la dificultad de funcionar en áreas, como las que unieron historia y geografía o física y química. Volver a las disciplinas fue un reclamo de la gente. Un reclamo acordado porque se quería recuperar la identidad. Ahora, si nosotros desglosamos el área (ciencias sociales) en las dos disciplinas (historia y geografía), obviamente que con la restricción que existe a nivel nacional de excederse en la cantidad de espacios curriculares (no más de 10 materias por cada año), es necesario secuenciar el trabajo de las asignaturas en el ciclo básico. Esto implica también tomar de referencia los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP), que en el caso de los de ciencias sociales y de ciencias naturales están vigentes desde 2005, y que fueron revisados luego por la provincia. Por otra parte, hay algunas cuestiones (referidas a los cambios) que quizás no las comunicamos bien en el momento o se malinterpretaron, como pasó con las lenguas extranjeras. Con el nuevo diseño hay cuatro opciones para elegir dos de ellas en función del trabajo docente y de que la escuela pueda mantener su tradición.
—¿Entonces el 5 de marzo los chicos de primer año del secundario arrancan con la nueva estructura? ¿Hay posibilidad de revisión de ese diseño?
—Exacto, comienzan tal como está en la resolución (de diciembre de 2011), con la nueva estructura. La revisión es sobre los NAP, no sobre la estructura, porque hay un funcionamiento que debe ser garantizado. Nosotros aprobamos una estructura curricular en diciembre del año pasado, con el nombre de la asignatura y la carga horaria. Para la misma fecha se dictó una disposición de la Secretaría de Educación donde se plantea que el 15 de febrero (pasado) se remite la última versión (de los contenidos) para que trabajen en las escuelas secundarias con un plazo hasta el 30 de marzo. Los institutos superiores y las universidades pueden hacer aportes aquí. Son orientaciones, los NAP son conocidos, las que mandamos son referencias, un marco a ese conjunto de aprendizajes que es lo exigido para el ciclo básico.
Violencia y educación
—La muerte de adolescentes y jóvenes de manera violenta no pasa inadvertida para las escuelas. Y el 2012 arrancó con varias tragedias en este sentido, donde la que más conmovió fue el triple crimen (de Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez) en Villa Moreno. ¿Cómo toma el Ministerio de Educación estas situaciones? ¿Cómo se trabaja con estos casos que golpean también a las aulas?
—Creo que hay que separar lo que es el delito por un lado, de cualquier naturaleza, que implique a jóvenes o adultos de lo que es una exacerbada agresividad, de relaciones violentas o de una escalada de conflictos que podrían haberse abordado de otra manera. Nosotros hace tres años que estamos trabajando para que las escuelas puedan adoptar y sostener las ruedas de convivencia, que están estipuladas en 80 minutos quincenales, donde se trabaja compartiendo estas preocupaciones de los alumnos, los problemas de la vida cotidiana y cómo resolverlos, también las propias rencillas internas y cómo resolver desacuerdos. De las 310 escuelas con las que trabajamos el año pasado, un 25% trabajan magníficamente y han trasladado la metodología a reuniones entre los docentes, en reuniones de padres. No es una metodología privativa del trabajo con los alumnos porque en realidad no habría que hablar sólo de violencia en los contextos de las distintas juventudes; si uno observa el tránsito, son los adultos los que contribuyen a este clima de violencia. Un 50% de las escuelas necesitan un refuerzo en esta tarea y en un número menor aún se ve una falta de comprensión de la utilidad de esta propuesta. Pasa que pareciera que es natural aprender a convivir, y en realidad hay que reaprender. Eso es lo que se puede hacer desde el contexto de la escuela.
—¿Pero, además, tratan la gravedad de estas muertes con el resto del gabinete provincial?
—Sí, nosotros estamos trabajando, somos parte del gabinete social. Tanto en Rosario como en Santa Fe hemos definido cuáles son aquellas escuelas ubicadas en zonas más problemáticas que otras y estamos trabajando en forma conjunta Educación con Seguridad, Justicia, Cultura, Desarrollo Social y Salud. Hay reuniones de ministros y de equipos técnicos, y estamos en contacto con las municipalidades para compartir recursos. Este año vamos a hacer una experiencia integral en al menos dos barrios, con la intención de poder abarcar rápidamente otros de situaciones conflictivas.