Sin aplicar recetas mágicas ni poseer capacidades extraordinarias, pero actuando con eficiencia y racionalidad, se logra el ansiado objetivo.
Sin aplicar recetas mágicas ni poseer capacidades extraordinarias, pero actuando con eficiencia y racionalidad, se logra el ansiado objetivo.
Convertirse en adinerado suele parecer una meta casi inalcanzable para la mayoría de gente. Algo así como poseer un eximio talento para las finanzas, unido a algún golpe de suerte, que puede manifestarse tanto en haber nacido en una familia de dinero o en haber estado en el sitio adecuado en el momento justo como para aprovechar la "gran oportunidad" de hacerse millonario. Sin embargo, esta idea se halla bien alejada de la realidad, y da cuenta de una porción ínfima de las historias de quienes disponen de amplia solvencia económica. No es más que un mito que nos impide ver la realidad tal cual es. Porque, en la mayoría de los casos quienes tienen dinero sólo han desarrollado ciertas virtudes y capacidades para cada una de las patas del trípode de la riqueza: 1) la adquisición, o sea, cómo se obtiene el dinero de la actividad laboral; 2) el uso, o sea, la forma en que gastamos el dinero y cuanto lugar ocupa el ahorro en nuestro presupuesto; 3) administración, o sea, la manera en que se administra el dinero en general y el ahorro en particular. Esto les ha permitido no sólo hacer una fortuna sino incrementarla y mantenerla.
Sus características, en general son:
Plano de la adquisición: a) son entrepreneurs o emprendedores. Se denomina así a la persona que identifica una oportunidad y organiza los recursos para ponerla en marcha. Si bien es habitual emplear este término para designar a una "persona que crea una empresa" o que encuentra una oportunidad de negocio o a alguien que empieza un proyecto por entusiasmo propio, también se describe al emprendedor con términos como innovador, flexible, dinámico, capaz de asumir riesgos, creativo y orientado al crecimiento. Por lo tanto, esta característica es aplicable tanto para el trabajador en relación de dependencia como para el independiente. b) Procuran tener un ingreso superior a la media. c) Trabajan entre 45 y 55 horas por semana. d) Pasan un tiempo considerable con contadores, gente de marketing, asesores, etcétera, para llevar adelante sus ideas y negocios. e) Al analizar un proyecto de inversión, hacen un buen planeamiento financiero y se plantean el análisis de escenarios para evaluar la solidez del proyecto ante distintos shocks.
Plano del uso: 1) son austeros, es decir, gastan menos de lo que les ingresa. 2) Alcanzan una tasa de ahorro anual superior al 15 por ciento de sus ingresos. 3) Tienen un acuerdo de pareja para ser consistentes con un estilo de vida que no se extienda más allá de las posibilidades familiares. 4) Funcionan con un presupuesto anual y tienen metas semanales, mensuales, anuales y de largo plazo.
Plano de la administración: 1) comienzan a invertir temprano, ya que son conscientes de que cuanto antes se empiece a invertir, mayor será la riqueza acumulada a futuro. 2) Nunca reinvierten toda la ganancia en su empresa. Crean un fondo de reserva para cubrir los imprevistos y una eventual caída del negocio. 3) Realizan un manejo eficiente de las inversiones. 4) Consultan a los mejores asesores financieros. 5) Ahorran con regularidad, no se desvían del plan y buscan que dicho ahorro surja de forma automática.
Como vemos, los adinerados no emplean recetas mágicas, ni poseen capacidades extraordinarias, simplemente se trazan un objetivo –el de generar riqueza sostenidamente– y actúan con eficiencia y racionalidad para alcanzarlo. Su secreto, más que en el talento, reside en la perseverancia y el método. En sacar el mejor partido de sus virtudes y trabajar con esfuerzo y dedicación para superar los obstáculos. Siempre está a tiempo de modificar su conducta. Al final de cuentas, como ha dicho el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, "la personalidad del hombre determina por anticipado la medida de su posible fortuna".
Por Alicia Salinas