Como era esperable, las picantes declaraciones de Marcelo Sain encontraron eco en varios cuadrantes del mapa político santafesino. Por caso, desde el bloque de diputados del Partido Socialista calificaron al ministro de “irresponsable” y de querer montarse a la causa judicial sobre juego clandestino para desviar la atención sobre la dramática situación de inseguridad que atraviesa la ciudad.
Ayer por la mañana, tras la entrega de nuevos patrulleros para la policía rosarina, Sain apuntó contra sus adversarios políticos favoritos: un sector del PJ y la principal alianza opositora. “Aquellas leyes anti-Sain, sancionadas impúdicamente entre el bloque peronista conservador o vandorista y el Frente Progresista, eran, al fin y al cabo, para impedir y condicionar estas investigaciones, y amedrentarme”, apuntó el funcionario, en referencia a las leyes que regulan gastos reservados y que establecen incompatibilidades para evitar el tránsito del Poder Ejecutivo al Judicial. Ambas iniciativas fueron vetadas por el gobernador Omar Perotti.
La respuesta no se hizo esperar. “Sain es un irresponsable —dijo a La Capital el presidente del PS en la Cámara baja, Joaquín Blanco—. Estamos sufriendo un pico de violencia, y no muestra conocimiento de la provincia, no explica su plan de seguridad ni cuáles son las causas por qué se incrementaron todos los índices de inseguridad. Y nos preocupa enormemente que no reciba ni acompañe a las familias de las víctimas”.
Casi al mismo tiempo que el ministro retomaba el contacto por la prensa, se encontraron dos cuerpos de hombres jóvenes que habían sido descuartizados y arrojados en tres volquetes de la zona sur.
Además, Sain calificó de “vergonzosa” la decisión de los senadores provinciales de no aceptar el pedido de desafuero de su par Armado Traferri y sostuvo que la Casa Gris apoya a los fiscales de la causa, Matías Edery y Luis Schiappa Pietra.
En el partido de la rosa leen las intervenciones del funcionario como una maniobra de distracción. “El ministro busca torpemente desviar la atención sobre su pobre gestión montándose sobre una investigación que lleva adelante el MPA —cuestionó Blanco—. Su intento de politizar una causa judicial tan importante es peligroso institucionalmente. Es el propio gobernador el que debe aclarar si la estrategia para dirimir cuestiones políticas es embarrar la cancha como lo hace su ministro”.
En este sentido, el legislador socialista ratificó la posición del bloque que encabeza: apoyar a los fiscales y que no haya ningún tipo de interferencia de la política.
La posición del PS en Diputados se diferenció de la postura de los senadores radicales, que salvo por los legisladores Enrico y Borla, que se abstuvieron, rechazaron en bloque el levantamiento de la inmunidad de Traferri.
Sin embargo, en el socialismo evitan la polémica. “El horno no está para bollos, no en el Frente Progresista, sino en la relación entre la sociedad y la política —dijo a este diario otro integrante del bloque mayoritario en la Cámara baja—. No da para andar peleándonos públicamente, menos con un tema tan grave”.