El presidente Mauricio Macri se reunió con su par chino Xi Jinping, quien aseveró que entre ambas naciones hay "una alianza estratégica natural", al tiempo que manifestó su deseo de "trabajar en conjunto" con Argentina para "incrementar el vínculo bilateral".
Según difundió la Casa de Gobierno, Xi Jinping propuso "estrechar contactos" entre ambos países, y le dio la "bienvenida a la cumbre del G20" que se realizará en ese país, y dijo esperar que "pueda realizar una visita de Estado cuando lo considere conveniente".
En el marco del encuentro bilateral concretado en el hotel Omni Shorehan, de Washington, Estados Unidos, en el marco de la Cumbre de Seguridad Nuclear, manifestó el mandatario chino su anhelo de "ampliar la cooperación y potenciar el diálogo para incrementar el conocimiento mutuo".
Xi Jinping precisó que China es quien recibe "más productos agrícolas argentinos y queremos ampliar ese intercambio en infraestructura e intercambio cultural y social".
Por su parte, el jefe del Estado argentino expresó que "este apoyo que hemos recibido en infraestructura debe crecer", por lo que invitó a las empresas chinas "a que vengan al país".
"No sólo las energéticas, también para construir puentes, trenes y rutas. Hay zonas áridas e inundables para aprovechar y transformar en áreas productivas, que ayudarían a su demanda alimentaria", planteó Macri.
El mandatario argentino también abogó por "un intercambio comercial más balanceado: queremos exportar más servicios y vender más productos con valor agregado", y expresó su deseo de ampliar los lazos bilaterales en turismo, con el aumento de la conectividad área entre ambos países.
Xi Jinping remarcó que China crecerá en los próximos 5 años "al menos al 6,5 por ciento anual" y valoró que gracias a las reformas emprendidas por el gobierno argentino, nuestro país "ha entrado en una nueva etapa de desarrollo".
Finalmente, Macri comprometió su presencia en la próxima reunión del G20 que se realizará en septiembre en China. Argentina y China mantienen relaciones diplomáticas desde 1972 pero se revitalizaron especialmente durante los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, lapso en el cual el vínculo alcanzó el grado de "asociación estratégica integral".
Sin embargo, desde la asunción de Macri, la relación, si bien no registró un retroceso, quedó en observación, especialmente por las promesas del ahora jefe del Estado durante la campaña electoral de "revisar" lo actuado entre la Casa Rosada y Pekín entre 2003 y 2015. En particular, por la construcción de una base espacial en Neuquén y por los contratos para construir dos represas hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz.
Hace dos semanas, el embajador argentino ante China, Diego Guelar, se instaló en la capital del país oriental, desde donde enfatizó ante la prensa la intención de impulsar la llegada a Argentina de "inversiones" de la segunda potencia económica mundial.
"Estamos en una etapa de transparentar, de conocer y de revisar en conjunto, no una revisión unilateral, caprichosa, ni pretenciosa", expresó el diplomático días atrás.
Según afirmó, la relación va a continuar "con algunas modificaciones, pero en el balance lo que va a haber es más. Creo que cambió la calidad de la relación, más madura, más abierta, más competitiva, más con licitaciones públicas que con acuerdos cerrados de gobierno a gobierno. China está en óptimas condiciones competitivas por tecnología y financiamiento y, por lo tanto, habrá un cambio de etapa, pero que redundará en un incremento de la asociación con Argentina".
En tanto, Macri coincidió con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la importancia de ampliar los acuerdos comerciales entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) y reforzar las acciones en la lucha contra el narcotráfico. Tusk le reiteró al jefe del Estado argentino la invitación para que visite la sede de la UE.
El mandatario había recibido a principios de marzo a la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini.