La reciente desclasificación de documentos secretos del gobierno británico relacionados con la guerra de Malvinas reveló entretelones desconocidos sobre el Mundial de fútbol de España 82. Según refleja uno de esos archivos, Gran Bretaña se planteó que tanto Inglaterra como Irlanda del Norte y Escocia no participen de la Copa del Mundo, en la cual también competiría Argentina como defensora del título conquistado en el 78. Ese tema fue tratado en una reunión del Consejo de Ministros del Reino Unido, presidido por la entonces Primera Ministra Margaret Thatcher, realizado el 18 de mayo de 1982. Ese día se analizó, entre otras cuestiones, la posibilidad de que durante la competencia se enfrenten alguno de los seleccionados británicos con el conjunto que dirigía Cesar Luis Menotti y que contaba con Diego Maradona. Lo llamativo es que también se pensó sugerirle a la Fifa que reorganice los grupos de la segunda ronda para evitar de esa manera un partido entre británicos y argentinos.
Los planteos y las conclusiones de ese encuentro, que como se detalla en uno de los documentos comenzó a las 10 de la mañana y se celebró en 10 Downing Street (dirección de la residencia oficial del Primer Ministro Británico), se transcriben en un acta, en cuya página 2 se específica el tema tratado: SPORTING CONTACTS WITH ARGENTINA: THE WORLD CUP (Encuentros Deportivos con Argentina: la Copa del Mundo). Allí queda claro que a menos de un mes del comienzo del Mundial de España (13 de junio), Gran Bretaña veía con preocupación un posible enfrentamiento de Argentina con alguno de los tres seleccionados del Reino Unido que habían conseguido la clasificación a la fase final.
Durante la jornada, el Consejo de Ministros examinó un memorando del Secretario de Estado de Medio Ambiente, Michael Heseltine, en el que plantea la postura que debía adoptar el gobierno con respecto a la participación de los seleccionados británicos en el Mundial. En ese escrito, mencionó que ninguno de los conjuntos británicos compartirían el grupo con Argentina en la primera ronda, pero hizo la salvedad que Escocia podía llegar a encontrarse con el defensor del título en la fase siguiente.
Heseltine no señaló esto último por casualidad. Como se revela en el documento, el Gobierno había desalentado los vínculos deportivos con Argentina, a todo nivel, ya sea en el Reino Unido o en el país sudamericano, pero hasta ahí no había tomado ninguna medida para desalentar que los deportistas británicos compitieran con argentinos en terceros países. Una situación que, en plena guerra de Malvinas, era indeseada por el gobierno de Margaret Thatcher.
El secretario de Medio Ambiente, según se relata en el párrafo siguiente, señaló que una opción era no participar del Mundial, asegurando que las autoridades del fútbol británico aceptarían esa decisión si así lo disponía la Primera Ministra. Aunque inmediatamente aclaró que el gobierno no tiene ninguna facultad como para prohibir encuentros deportivos con la Argentina.
Según su opinión, todo debía continuar como si no pasara nada, aunque no había que descartar sugerirle a los dirigentes de fútbol no participar de la Copa del Mundo si es que empeoraba la situación con respecto a la guerra de Malvinas.
A continuación, el documento reproduce el debate que se dio acerca de un posible partido de Escocia con la Argentina en la segunda ronda. La alternativa que se pensó fue que la Fifa reorganice los grupos de esa etapa del Mundial para evitar ese enfrentamiento.
En el resumen del día, Thatcher sostuvo que la mayoría de la población del Reino Unido se sentiría "ofendida" si a alguno de sus seleccionados les tocaba medirse con Argentina.
La conclusión sobre el tema SPORTING CONTACTS WITH ARGENTINA: THE WORLD CUP, que se describe al final del documento, tiene dos puntos. En el primero se sostiene que no es conveniente, al menos hasta ese momento, que el gobierno interceda ante las autoridades del fútbol británico para que retiren a sus seleccionados del Mundial.
En el segundo y último punto se invitó al Secretario de Estado de Escocia, Alex Fletcher, para que junto al Secretario de Estado de Medio Ambiente considere un posible contacto con la Federación Internacional de Fútbol Asociado para reorganizar los grupos de la Copa del Mundo y así evitar un posible partido en la segunda ronda entre el representativo escocés y Argentina.