Después de una semana en la que el debate político preelectoral en torno a la seguridad pública se apropió de la causa con voces oficiales y opositoras, el expediente por el doble homicidio ocurrido el pasado lunes en el kilómetro 2,5 de la autopista a Córdoba parece volver a su cauce natural: el de la investigación judicial propiamente dicha que tenderá a establecer qué ocurrió en realidad y cómo actuaron cada uno de los protagonistas del trágico hecho. En ese sentido, durante las dos últimas jornadas el juez de Instrucción Juan José Pazos prefirió dejar de lado su exposición mediática y escuchó en su despacho los primeros testimonios directo del episodio. El viernes declaró Julieta S., la viuda del joven ingeniero asesinado de un balazo al igual que el presunto asaltante que lo atacó. Y ayer por la tarde lo hizo con Oscar Renna, el padre del muchacho fallecido y supuesto autor de los tiros mortales.
Como la causa se tramita en un profundo hermetismo y aún se encuentra bajo secreto de sumario por disposición del juez, fue muy poco lo que trascendió de ambas declaraciones. No obstante, distintas fuentes confiaron a La Capital que tanto Julieta S. como Oscar Renna realizaron ante el magistrado un pormenorizado relato de lo acontecido la fatídica noche del lunes 18, hechos que no difieren en lo general con lo que se ha difundido en los medios de comunicación hasta la fecha. Si hay un dato que sobresalió por todolo demás es que el padre del muchacho asesinado "admitió haber utilizado su pistola" calibre 11.25 para defenderse de la agresión de los asaltantes.
En la ruta. Todo empezó poco después de las 21 del lunes pasado cuando Lucas Manuel Renna, un ingeniero de 28 años, volvía a su casa de Roldán en compañía de su esposa, Julieta S., a bordo del Ford Fiesta de la pareja. Cuando circulaban por el kilómetro 2,5 de la autopista a Córdoba el vehículo sufrió la pinchadura de un neumático y el joven debió llamar a su padre para que lo ayude ya que no tenía en condiciones la rueda de auxilio.
Cuando Oscar Renna arribó al lugar en su propio vehículo y colaboraba con su hijo en el cambio del neumático, dos hombres jóvenes aparecieron en escena por una calle lateral al camino. Al verse amenazado, Renna padre extrajo una pistola calibre 11.25 que guardaba en la guantera de su camioneta. Después, la oscuridad del camino se trasladó a la escena. Entonces sonaron al menos un par de disparos y uno de los sospechosos, Ricardo Javier Castaño, de 25 años, y el propio Lucas Renna, terminaron muertos.
Tranquilo y confiado. En diálogo con este diario, Gonzalo Basualdo, abogado de Oscar Renna, confió ayer que su cliente estuvo ante el juez cerca de dos horas (aproximadamente entre las 15 y las 17 de ayer) durante las cuales se mostró "tranquilo, dentro de la tensión propia que significa rememorar la peor de las situaciones de su vida". Asimismo, el profesional manifestó que Renna fue "tratado con deferencia" por el magistrado de la causa y que fue una presentación espontánea para prestar declaración informativa. "No fue testimonial ya que él fue partícipe del hecho, ni indagatoria, porque el hombre hasta el momento no está imputado de nada", agregó. Vale aclarar que, si con el avance de la investigación aparecen elementos de prueba que compliquen la situación procesal del hombre, todo lo dicho ayer ante el magistrado podría ser tomado como una indagatoria o ser citado nuevamente a declarar.
Basualdo también explicó que Renna "brindó un relato detallado acerca de qué pasó desde la llamada que Lucas hizo a su casa para avisar del desperfecto sufrido con la rueda hasta que llegó la policia al lugar de los hechos, un tiempo bastante después del trágico desenlace". Pero elletrado se mantuvo silencioso al momento de profundizar en los contenidos vertidos por su cliente "para no entorpecer el trabajo de la Justicia, algo que parece que sí interesa a algunos personajes políticos". Sólo dejó saber que, de acuerdo a lo dicho por Renna padre, "llegó a haber un contacto físico entre uno de los asaltantes y su hijo" y que su cliente "reaccionó yendo a buscar el arma a su camioneta al escuchar algunos gritos del segundo ladrón dando órdenes a su cómplice de matar al muchacho". En este sentido, Renna admitió ante el juez haber utilizado su arma.
Pericias.En otro orden, trascendió también que el juez Juan José Pazos esperará el resultado de las distintas pruebas periciales solicitadas para analizar cómo avanza con el expediente. En este sentido, la más importante de todas esas pruebas es la que podría confirmar que el proyectil que mató a Lucas Renna, cuyo calibre es 11.25, es compatible con las estrías del cañón del arma de su padre. Así se sabrá definitivamente si el muchacho murió por un disparo hecho por su progenitor o si, como en algún momento se sugirió, uno de los dos sospechosos que se acercaron a la familia en la oscuridad de la autopista, tenía un arma del mismo calibre.
Al respecto, es probable que la defensa de Renna solicite al juez Pazos una serie de medidas complementarias para aventar todo tipo de dudas al respecto. Por ejemplo, la realización de pericias a las vestimentas de las víctimas fatales a fin de saber si los disparos fueron hechos a corta o larga distancia, algo que podría determinarse a partir de las marcas de ahumamiento que dejan los tiros a quemarropa. O el examen pericial del Ford Fiesta de Lucas, ya que el vehículo recibió un tiró que perforó el capó pero no dejó orificio de salida, por lo que se presume que el proyectil aún puede estar en el interior del auto y su hallazgo sería fundamental para saber quién y desde dónde lo disparó.
Finalmente, el abogado Basualdo pidió que desde todos los sectores de la sociedad "se respeten los tiempos y el trabajo de la Justicia como así también los principios constitucionales que garantizan un debido proceso y la presunción de inocencia de mi cliente". En ese marco, criticó "la injerencia del poder político en el debate, opinando sin conocer los pormenores de una causa que aún está bajo secreto de sumario y burlando la independencia de los poderes del Estado".
Declaraciones fuera de lugar
"Se pretende un desvío de la opinión pública encubriendo las responsabilidades del gobierno en materia de seguridad y cargando todas las culpas a la familia Renna, cuyo buen nombre y honor hay que dejar bien sentado", dijo el abogado Basualdo. En ese sentido remarcó que "todas las declaraciones políticas están fuera de lugar y no apuntan a lo específico que es la falta de seguridad, la inexistencia de control policial en la autopista al momento de ocurrido el hecho mientras que ahora está lleno de patrulleros, la ineficiencia del 911 que no respondió al llamado de la madre de Lucas Renna cuando quiso advertir de que su hijo y su marido estaban en medio de la autopista por un desperfecto y que, al poder comunicarse, la operadora no supo identificar el lugar que la mujer citaba para enviar un móvil".