Una vez más la excusa de las vacaciones dio lugar a una suba del dólar blue. Terminó 8,30 pesos y muy demandado en la plaza local. A diferencia de lo que piensa la mayoría de los argentinos, la suba del dólar blue es una mala noticia para algunos sectores y muy buena para otros, lo desarrollaremos en esta nota.
Es por todos conocido que los dólares se pueden adquirir comprando títulos públicos en pesos y vendiéndolos en paridad dólar. En lo que va del mes, el Boden 2015 subió el 6,8 por ciento. El dólar que surge de la compra en pesos del Boden y posterior venta en paridad dólar, pasó de un valor de 7,63 a 7,94.
La Bolsa comenzó a subir nuevamente, es que la suba del dólar blue, impulsa a que acciones con valores muy bajos, comiencen a tomar tendencia alcista.
La suba del blue no sólo lleva contagio a los activos financieros, también opera positivamente sobre activos reales. Un caso muy concreto es la venta de propiedades en pozo. La suba del dólar blue, despierta el interés de muchos inversores, en adquirir propiedades en pozo, ya que en términos de dólares su precio resulta atractivo.
Otro activo que se entusiasma con la suba del dólar blue son los automóviles. Las concesionarias de autos, tanto importados como nacionales ven despertar la demanda, luego de un mes de junio que fue muy atípico y con ventas por debajo de lo observado en mayo y abril. El dólar blue se ubica en 8,30 y el dólar oficial con que se toma el valor de un auto importado se ubica en 5,43, esto implica una brecha del 53 por ciento que hace que el auto importado en Argentina este mucho más barato que en su país de origen, medido en dólares blue.
Los electrodomésticos no paran de crecer en ventas, en parte potenciado por el dólar blue, y por amplios planes de financiamiento en pesos que ven licuar el valor de la cuota con el paso del tiempo.
El turismo internacional incrementa su demanda con la suba del dólar blue. Si bien en este rubro opera un impuesto del 20 por ciento a los viajes al exterior, no resulta menos cierto que siguen siendo económicos en términos del dólar blue. Hoy el dólar turismo se ubica en 6,50 frente a un dólar blue de 8,30, esto implica una brecha del 28 por ciento. Es una brecha menor a la del 53 por ciento, pero todavía nos permite viajar mucho más barato por el mundo.
Si bien todos estos sectores son ganadores, no caben dudas que también están los sectores perdedores. Toda suba del dólar blue genera incertidumbre y desconfianza que atenta contra la inversión y posterga la creación de nuevos puestos de trabajo.
Freno a la actividad. La suba del dólar blue es una invitación a adquirir activos financieros, reales o viajar al exterior, pero inmediatamente hace que los actores sociales posterguen el consumo para otra oportunidad. Esto termina contrayendo la actividad económica, pegando negativamente sobre los sectores más bajos de la economía, incrementa la desigualdad social y perjudica al comercio y la producción.
El gobierno no encuentra la fórmula para incrementar las reservas que se ubican en 37.005 millones de dólares, para una base monetaria que se ubica en los 307.550 millones de pesos, esto nos da un dólar de equilibrio de 8,31.
En la actualidad, el dólar de equilibrios se ubica en igual valor que el dólar blue, esto nos indica compra de dólares, ya que a los precios actuales, el inversor estaría comprando a un precio similar a la conversión de mercado, y por debajo de dicho valor, si lo compramos vía el Boden 2015.
El cedin, título que venía a jugarse una patriada en el mercado de capitales, quedó en solo amagues. La falta de profesionalismo en el gobierno hizo que la puesta en marcha del cedin fuera un espanto. Sin comisiones a los bancos, nadie moverá un dedo para activar la operatoria, es más, la desalentarán si es necesario.
El cedin debería ser un instrumento similar a un bono, en donde el Estado debería pagarle comisiones a los bancos y agentes de bolsa que capturen dinero en el mercado local o internacional. Sin remuneración, difícil que el cedin sea un éxito, por solo pensar que los banqueros serán gauchos y no cobrarán un peso en la implementación.
Hasta el momento el cedin es un fracaso y dista mucho de ser el suplente del dólar blue. Sería necesario que el gobierno repiense la operatoria. Por ejemplo:
1) Abone comisiones del 2 por ciento a los bancos o agentes de bolsa que participen en la operatoria de blanqueo.
2) Permita que los cedines se adquieran con dinero blanco del exterior, de esta forma el ingreso de capitales para inversión se podría realizar a un valor mucho más alto que el 5,40 del mercado único de cambios.
3) Se liberarían las importaciones de forma inmediata, para aquellos que cancelen dichas operaciones con cedin aplicado.
4) Las empresas que desean remesar ganancias al exterior, podrían hacerlo con total libertad, si operan con cedin aplicado.
Estas y muchas otras medidas adicionales, podrían reactivar el mercado del cedin. Si el gobierno sigue pensando en la buena voluntad de quienes trabajen sin cobrar, estará pecando de ingenuo y la operatoria terminará en un fiasco.
Con menos de 5 millones de dólares blanqueados, en las primeras dos semanas de actividad, el cedin es sinónimo de fracaso.
Conclusión: el cedin no aparece por la falta de confianza y la pésima implementación de la puesta en escena de los títulos. Los inversores siguen prefiriendo al dólar blue como resguardo de valor. La suba del dólar blue potencia la venta de propiedades, autos y electrodomésticos, mientras que afecta a la actividad económica y al consumo en general. La creación de nuevos empleos está en duda, mientras el dólar blue siga metiendo ruido en el escenario económico. •