El Cairo. — El presidente egipcio, el islamista Mohamed Morsi, ordenó por decreto que el Parlamento vuelva a reunirse, luego de que fuera disuelto por un dictamen de la Corte Constitucional y que los militares ratificaran ese dictamen por decreto y se arrogaran poderes legislativos. En su decreto, Morsi también convocó a futuras elecciones parlamentarias, una vez que se apruebe la nueva Constitución. Anoche había una reunión de emergencia de la cúpula militar para estudiar una respuesta al presidente, el primero surgido de elecciones pluralistas en la historia de Egipto.
Con su orden de reconstituir el Parlamento, dominado por el partido de Morsi, la Hermandad Musulmana, el mandatario desafía un decreto del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas por el cual los militares tomaron en sus manos los poderes legislativos el mes pasado, tras un fallo de la Corte Constitucional que determinó que un tercio de los parlamentarios fueron elegidos de manera irregular y disolvió las cámaras. La Hermandad Musulmana y el más radical partido islámico Al Noor dominaban el Parlamento.
Los generales, que gobernaban Egipto desde el derrocamiento del dictador Hosni Mubarak en febrero de 2011, delegaron su poder en Morsi el pasado 30 de junio. Como el Parlamento estaba disuelto, Morsi debió jurar su cargo ante el Tribunal Constitucional, el mismo que había ordenado esa disolución. Mediante el decreto emitido ayer, Morsi también llamó a nuevas elecciones parlamentarias, que se celebrarán dentro de los 60 días siguientes a la adopción de una nueva Constitución. Esta debería estar lista antes de fines de año.
Decretazo. El pasado 15 de junio, luego del dictamen de la Corte Constitucional, los militares se arrogaron mediante un decreto los poderes legislativos del Parlamento, y a la vez despojaron a Morsi de gran parte de su autoridad presidencial. Todos esos poderes quedaron en manos del Consejo Supremo de las FFAA, presidido por el mariscal Hussein Tantawi, el hombre fuerte del poder militar desde la caída de Mubarak. Esa misma disposición dio a los generales el control sobre el proceso de redacción de la nueva Constitución.
La Hermandad Musulmana rechazó tanto el fallo de la Corte Constitucional como el decreto de los generales. Sobre esta última disposición, exponentes de la Hermandad dijeron que el Consejo Supremo de las FFAA no tiene potestades para adjudicarse poderes legislativos. Egipto se rige por una Constitución interina, aprobada por referendo después del derrocamiento de Mubarak. Por esta norma, ninguna institución tiene la autoridad para disolver el Parlamento, y el texto no dispone de reglas para guiarse ante una situación como la actual. El presidente tiene el poder para llamar al Parlamento a desarrollas sus sesiones.
Incógnitas. Anoche, según el corresponsal de Al Jazeera en El Cairo, no quedaba claro si Morsi había hecho algún sondeo entre los generales antes de tomar su decisión. Miembros de alto nivel de la Hermandad dijeron al corresponsal que no habían sido consultados por Morsi. Mientras, el Consejo Supremo decidió una "reunión de emergencia" para debatir la jugada del presidente. Anoche los generales estaban reunidos en El Cairo. La Corte Constitucional podría a su vez convocarse a plenario hoy para evaluar el decreto presidencial, siempre según Al Jazeera.
La BBC informó que dirigentes de la Hermandad Musulmana dijeron que los parlamentarios podrían reunirse hoy mismo. Pero la emisora británica advirtió que los parlamentarios deberían primero atravesar una guardia militar y policial que custodia el edificio del Parlamento.
Especulaciones. Jon Leyne, corresponsal de BBC en El Cairo, consideró que aunque a primera vista el presidente ha abierto una nueva confrontación con el poder militar, "es posible que esta medida sea realmente parte de un arreglo más complejo, bajo el cual el Parlamento podría reunirse sólo para ser disuelto". Leyne agrega que muchos creen que una nueva elección podría significar un retroceso para la Hermandad Musulmana.
Morsi derrotó en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 16 y 17 de junio al ex ministro de Mubarak y general retirado Ahmed Shafiq. El resultado fue muy ajustado y mantuvo al país en vilo durante los días en que la comisión electoral realizó el escrutinio. Los islamistas tomaron las calles a modo de advertencia ante cualquier posible manipulación del resultado y para protestar por las decisiones de la cúpula militar contra el Parlamento y los poderes presidenciales.Morsi obtuvo el 51,7 por ciento de los votos en el ballottage, unos 13.230.000 sufragios. La asistencia a la votación fue en las dos vueltas electorales relativamente baja, por debajo del 50 por ciento del padrón, que es de casi 51 millones de electores.