Ford, la única automotriz estadounidense que no entró en convocatoria, dijo el lunes que está
siguiendo de cerca las turbulencias de la industria para asegurarse de que su propia
reestructuración está encaminada, al tiempo que elevó levemente sus planes de producción.
Ford presentó pérdidas de más de 31.000 millones de dólares desde el
inicio del 2006. Ayer informó que aumentó su producción en América del Norte en el segundo
trimestre, y que planea fabricar más vehículos en el tercer trimestre que en el mismo período
del año anterior. La automotriz estadounidense dijo que no esperan grandes interrupciones en sus
operaciones como resultado de la convocatoria de su rival General Motors.
En tanto, Chrysler recibió la aprobación de una corte para seguir
adelante con su planeada venta a un grupo liderado por Fiat.
Las reestructuraciones de las automotrices estadounidenses se producen
en el marco de una transformación global del mercado. Ayer, la automotriz francesa Peugeot se
mostró abierta a cualquier forma de alianza en medio de las turbulencias, a condición de que la
familia Peugeot mantenga una presencia central.
Por otro lado, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, dijo que el
acuerdo que otorga un 35% de la unidad Opel de General Motors al banco estatal Sberbank debe
insertarse en la estrategia global de desarrollo del sector automotor ruso.