El Parlamento fue el ámbito de resolución del conflicto por las retenciones móviles.
El Parlamento fue el ámbito de resolución del conflicto por las retenciones móviles.
Largas negociaciones de último momento, bloques facturados, votos cambiantes, gente en la calle y en las rutas, y un desfile de discursos y estudios que en muchos casos expusieron un debate más profundo que el que protagonizaron antes de esa instancia el gobierno y la mesa de enlace agropecuaria.
El proyecto de retenciones móviles alumbrado en las extensas jornadas de Diputados, en el momento más crítico del conflicto del agro, no pasó el filtro de la Cámara alta.
Pero eso eso es anecdótico si lo que se interpreta es que, producto de la discusión legislativa, incorporó matices más complejos y ajustados en materia de segmentación y distribución que cualquiera de las iniciativas que por entonces se barajaban.
Básicamente, ese corpus que puede ser el punto de partida de nuevos acuerdos para el sector, fue posible por el nivel de autonomía que mostraron los legisladores, interviniendo en un momento clave de la crisis, a pesar de las presiones de los que pedían división de poderes siempre y cuando votaran lo que ellos querían o que, como finalmente sucedió, el gobierno perdiera un vicepresidente.