El músico Ignacio Hurban, el nieto recuperado de Estela de Carlotto, publicó ayer en su cuenta de Twitter una foto con su abuela Hortensia Ardura, la madre de su padre biológico Walmir Oscar Montoya, secuestrado y asesinado durante la última dictadura militar. "La abuela Tenchi... todo felicidad. Gracias!", escribió Hurban, al subir una foto de su encuentro con su abuela de 91 años, que vive en Santa Cruz.
"La abuela Tenchi...Todo felicidad. Gracias!", escribió junto a la foto, en la que se los puede ver sonrientes, abrazados, ella en un sillón y él sentado junto en una silla y tomándola sobre sus hombros.
Así dio a conocer ayer por la mañana, a través de un tuit, una toma fotográfica del encuentro que mantuvo el viernes en Buenos Aires.
Hortensia Ardura, la abuela paterna de Guido, viajó desde Caleta Olivia, donde vive, hacia Buenos Aires el viernes pasado para encontrarse por primera vez con su nieto. Según trascendió, además de con su abuela Hortensia, el joven se reunió también su tío Jorge Montoya y sus dos primas que viven en La Plata.
La "abuela Tenchi" tiene 91 años y viajó a Buenos Aires con la noticia de que habían encontrado al hijo de Walmir, su primogénito desaparecido en 1977. Tres días después de saber que tenía un nuevo nieto pudo abrazarlo, pero apenas se enteró de la noticia compartió su alegría: "Es para nuestra patria que sufrió tanto con estos malditos militares".
Además de conocer a su nieto, Hortensia conoció a la otra abuela, Estela de Carlotto. "Ahora entiendo por qué mi hija se enamoró tanto de tu hijo, del papá de ese nieto divino que tenemos en común", le dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo a Hortensia poco antes de que la madre de Puño Montoya pudiera ver a Ignacio.
El abrazo entre la abuela Tenchi y su nieto fue en la más íntima privacidad. La familia Carlotto los dejó a solas. "Nosotros estamos emocionados", dijo en una entrevista radial Sabrina Montoya, la prima del nieto restituido, quien pudo conocerlo el jueves, junto con los nietos de Estela de Carlotto. Sabrina dijo que aún está temblando y que siempre buscó encontrar algo de su tío. "Encontrarlo es encontrar a mi tío. Encontrarte con esos parecidos, más allá de lo físico, es muy fuerte", dijo.
Apenas supo de la noticia, Tenchi dijo que ella sabía que su nieto existía, "pero no soñaba verlo ni conocerlo" porque "son historias tan amargas y tan largas que uno no sabe", dijo hace menos de una semana. La abuela paterna vive en Caleta Olivia y hasta el fin de semana no había tenido contacto con Estela de Carlotto.
Hortensia, además de Ignacio-Guido, tiene otras dos nietas y un bisnieto: "Ahora tengo un nieto nuevo abrazarlo y tenerlo conmigo es un derecho propio".
El joven recuperó el 5 de agosto su verdadera identidad tras realizarse análisis genéticos que confirmaron que es el hijo de Laura Carlotto y Wilmar Oscar Montoya, secuestrados durante la última dictadura militar. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo lo buscó durante 36 años y siempre lo llamó Guido, que es el nombre que se enteró le dio su madre al nacer. Sus padres de crianza, un matrimonio de puesteros en un campo de Olavarría, lo llamaron Ignacio.
Laura era estudiante de historia, militante universitaria y estaba embarazada cuando fue secuestrada el 26 de noviembre de 1977. Estuvo detenida en el centro clandestino La Cacha y fue asesinada meses más tarde. Antes, el 26 de junio de 1978, dio a luz a su hijo y lo llamó Guido. El cuerpo de Laura Carlotto fue entregado a sus padres días después del crimen. Montoya también fue detenido, asesinado y su cuerpo sepultado en una tumba NN en el cementerio de Berazategui, de donde fue exhumado e identificado en 2009.
Montoya Carlotto, quien dijo que prefiere que lo llamen Ignacio, reveló que fue "shockeante" ver las fotos de su padre biológico. "Cuando vi las fotos soy muy parecido, muy parecido a mi viejo", aseguró. También heredó de él su pasión por la música. Es el nieto número 114 recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo, que aún buscan cerca de 400 menores apropiados ilegalmente durante la dictadura militar.
Denunciaron a un médico forense
El médico forense Daniel Roo, que se desempeña como funcionario del Poder Judicial en Esquel, fue denunciado penalmente por “apología del delito”, a raíz de una serie de declaraciones que escribió en su Facebook sobre la restitución de Ignacio-Guido. “Esta mujer (en referencia a Estela de Carlotto) junto con otras más, como la (Hebe de) Bonafini tendrían que haber sido torturadas y luego ejecutadas con un tiro en la nuca, no son buenos seres humanos”, escribió.