Vive un momento particular en su carrera. La historia reciente indica que Manuel García estuvo a punto de emigrar a Chile hace unos meses porque deseaba atajar cada fin de semana. Pero terminó quedándose por diversas circunstancias. En Arroyito juega poco porque para Eduardo Coudet el dueño del arco de Central en el torneo local tiene nombre y apellido: Mauricio Caranta. No obstante, cuando al Melli le toca custodiar los tres palos auriazules responde. Una situación que no es sencilla porque en 90 minutos debe demostrar que está en la fina sintonía. Sin embargo logró cumplir en cada fase de la Copa Argentina y ahora tendrá la oportunidad de aparecer en la foto que todos quieren estar. En la de la final. Vaya premio al esfuerzo y perseverancia para el arquero.
“Es difícil a veces entrenar y entrenar, y los fines de semana no poder ponerlo en práctica”, confiesa el Mellizo con seriedad de docente en medio de una cátedra. Aunque al instante larga con orgullo: “Lógico que uno acepta las decisiones del entrenador y apoya al grupo desde donde le toque porque acá lo más importante es Central”.
Y no es para menos. Manu es canalla de pura cepa. Es uno de los tantos “fundamentalistas canallas” que se criaron, formaron y saltaron al profesionalismo “en el club que uno lleva bien adentro”. Y ese es un plus que muy pocos tienen en general.
“Seguro que como hincha se disfruta el doble este presente. Y por varios motivos”, acota García antes de desprender una leve sonrisa. “Es un lindo momento por muchas razones. Gracias a Dios es la etapa más dulce”, declara sin anestesia el arquero, quien pasó y vivió varios frentes tormentosos en Arroyito.
Vio cómo Central se iba al descenso en mayo de 2010. Cómo renovaba una temporada más en el ascenso en el 2010/2011. Se adueñó del arco cuando llegó Juan Antonio Pizzi para la campaña 2011/2012 y estuvo ahí de devolver al club a primera estando él en el arco. Pero el conjunto canalla perdió la promoción en San Juan frente a San Martín y todo volvió a foja cero. Todo terminó siendo desilusión ese año.
Luego llegó Miguel Angel Russo y perdió la titularidad a manos del cordobés Caranta, quien dicho sea de paso fue uno de los pilares del equipo en esta gran campaña. Manuel vivió desde el banco, pero festejó como loco el esperado ascenso en Jujuy ante Gimnasia la noche histórica que Javier Toledo hice los tres goles.
Fueron dos temporadas en las que atajó poco. Prácticamente nada. Pero renovó los votos de confianza cuando llegó Coudet. Aunque siguió haciendo banco una vez que empezó la rueda del torneo de 30 equipos. “Nunca bajé ni bajo los brazos. Entreno todos los días para jugar. Luego es el entrenador quien decide. Y se respeta la decisión que tome”, afirma García ante el micrófono de Ovación.
“Lógico que esto de jugar espaciado a veces a uno le resulta más difícil. Gracias a Dios hoy en día me siento bien y cómodo”, declara con convicción tras el triunfazo ante Racing en Salta, donde fue el arquero titular y estuvo a la altura de la circunstancia.
Los manuales del fútbol indican en algunos puntos especiales que no resulta sencillo para un arquero tener que demostrar todo en escasos 90 minutos de acción. Sobre todo cuando sabe que en una Copa, como la Argentina en este caso específico, el que pierde paga mirándola luego por la televisión.
“Hay que estar bien y entrar con confianza porque se juegan muchas cosas. Por suerte hasta ahora viene todo bien”, sostiene con humildad este jugador que comulga el bajo perfil y no baja la guardia. Al contrario. Mira el futuro cercano con marcado optimismo desde todo punto de vista.
“Estoy muy feliz. Logramos pasar a la final de la Copa Argentina y estamos todos alegres. Pero también es cierto que ya estoy pensando en el domingo que viene, que también será importante porque queremos ir por todo y necesitamos ganarle a Banfield. El 5 de enero, cuando empezó este ciclo, nos dijimos que iríamos por el torneo y la Copa Argentina. Así que estamos ahí y vamos a luchar para tratar de conseguir algo”, concluyó el Melli, quien de no mediar imprevistos estará en la foto que todo jugador canalla quisiera estar jugando la final. Esa definición con Boca que todo el pueblo y plantel centralista espera con marcada ilusión, sed de revancha y todas las ansias de lograr un campeonato de una buena vez.