"No quiero prensa, vine exclusivamente a trabajar". Escudado en esa premisa, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, regresó nuevamente ayer a Rosario. A una semana del inédito desembarco de fuerzas bajo su conducción en las zonas más calientes de la ciudad, el hiperactivo funcionario volvió a encabezar recorridas, supervisó las operaciones a cargo de Gendarmería, Prefectura y las policías Federal y santafesina y definió junto a autoridades provinciales y municipales la ampliación a más barrios de las acciones para frenar el avance del narcotráfico y otros delitos.
Hasta el martes pasado, el megaoperativo de fuerzas federales y provinciales abarcaba nueve barrios rosarinos. Sin embargo, desde ayer las distintas acciones que se vienen realizando en la ciudad, como el despliegue de numerosos efectivos, la demolición de los denominados búnkers narco y el decomiso de motos, llegaron a Santa Lucía y Flammarión.
Lo propio ocurrirá entre hoy y el lunes próximo en otra importante cantidad de barrios de Rosario que las autoridades mantienen en reserva para no anular el factor sorpresa.
Siete días después del impactante arribo de 2 mil efectivos de Gendarmería y Prefectura para patrullar los sectores más conflictivos de la ciudad, entre los funcionarios nacionales, provinciales y municipales impera el optimismo. "La articulación lograda entre los tres niveles del Estado seguramente marcará un paradigma en materia de combate del delito", deslizaron a La Capital.
En ese sentido, personal de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) ya comenzó a participar de las acciones en los barrios (ver aparte). Y su titular, Juan Carlos Molina, llegará en unos diez días a Rosario.
Por la mañana, Berni monitoreó la zona sur de la ciudad. De hecho, la intendenta Mónica Fein recibió un sorpresivo llamado del funcionario cuando se aprestaba a recorrer barrio Las Flores. Y el titular de Seguridad rápidamente se acopló a la actividad.
Ambos evaluaron el funcionamiento de los operativos en esa zona de Rosario y visitaron efectores municipales y provinciales, vecinales y otras instituciones. También dialogaron con los vecinos.
La comitiva se desplazó en un escenario emblemático: Las Flores linda con La Granada, barrio devenido en coto de la banda de Los Monos, cuyos principales integrantes fueron procesados en febrero pasado por la Justicia provincial.
A la hora del balance, no deja de ser significativa para las autoridades la aceptación de las fuerzas federales por parte de los vecinos, que así lo hicieron saber durante varias etapas de la recorrida.
"Tuvimos una nueva oportunidad de manifestarle a Berni toda la predisposición como Estado municipal de aportar nuestras capacidades", afirmó Fein al término de la visita a Las Flores. Los funcionarios, asimismo, se hicieron ver por Tablada.
Al respecto, la intendenta destacó: "Hace mucho tiempo que veníamos pidiendo la intervención de las fuerzas y de la Justicia federales y, por eso, estamos muy conformes con la decisión del Ministerio de Seguridad de la Nación de enviar los efectivos a la ciudad".
Al mediodía, y también con discreción, Berni procuró reunirse con el juez federal Carlos Vera Barros. Para las autoridades nacionales, provinciales y municipales, el avance de la destrucción de los puntos de comercialización de estupefacientes es viable en función de las autorizaciones que dispongan los magistrados.
De hecho, el gobernador Antonio Bonfatti acaba de solicitar a la Corte Suprema y a la Procuración General nacionales una mayor cantidad de jueces y fiscales federales para la ciudad.
Por lo pronto, cuatro búnkers de venta de drogas fueron demolidos ayer, en el marco del megaoperativo: uno ubicado junto a las vías del Ferrocarril Belgrano (entre Lavalle y Avellaneda), otros dos en Avellaneda al 4800 y al 7100 y el restante en avenida Francia y el río Paraná (ver página 4).
En secreto. Cerca de las 15.30, Berni llegó a la Municipalidad junto a Fein. Minutos después, el ministro de Seguridad provincial, Raúl Lamberto, se sumó al encuentro.
En ese contexto, las autoridades repasaron lo ocurrido en los últimos siete días y definieron la inminente ampliación de los patrullajes de las fuerzas federales a más barrios de la ciudad, entre otras acciones por venir.
Rodeado del hermetismo que le imprimió a su nueva estadía en la ciudad, Berni se retiró del Palacio de los Leones sobre las 16.30. Lo hizo por una puerta lateral.
Con premura abordó un Volkswagen blanco y, escoltado por dos camionetas de Gendarmería, encaró hacia otro barrio. Todavía le quedaban horas de intensa actividad en Rosario.
