Madrid. — El juez de la Audiencia Nacional de España Baltasar Garzón
compareció ayer como imputado ante el Tribunal Supremo por presunta estafa, cohecho y prevaricación
vinculados con actividades académicas en Nueva York, cargos que negó haber cometido. Garzón,
inmerso en una tormenta política por las tres causas que tiene abiertas ante el Tribunal Supremo,
declaró durante cuatro horas y aseguró que no cobró cantidad alguna, según su abogado Enrique
Molina.
La querella denuncia la posible relación entre un dinero que el juez
Garzón habría recibido del Banco español Santander durante una estancia como docente en la
universidad de Nueva York entre marzo de 2005 y junio de 2006 y el archivo de una causa posterior
contra el directivo de la entidad Emilio Botín. El próximo 21 de abril comparecerán por esta causa
tres testigos de la acusación.































