El juez federal de La Plata Manuel Blanco se declaró ayer competente para investigar la apropiación ilegal durante la última dictadura de Ignacio Guido Montoya Carlotto, nieto de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y ahora será su par de la Capital Federal María Servini de Cubría quien decida si se desprende de la investigación a su cargo.
Así decidió el juez platense al considerar que el delito se consumó en esa ciudad, pues allí funcionó el centro clandestino de detención conocido como La Cacha, donde estuvo cautiva Laura, la hija de Estela de Carlotto.
Por ello, el juez le pidió a su par Servini de Cubría que se inhiba de seguir entendiendo en la causa, en la que se investiga la supresión de la identidad y la sustracción, retención y el ocultamiento del nieto de Carlotto, quien luego de 36 años recuperó su identidad.
Comisión del delito. El juez se proclamó competente "en razón del lugar de comisión del delito" y porque —sostuvo— "existe una conexidad subjetiva y objetiva evidente" entre el caso de Guido y las causas que tramitan en su juzgado por hechos similares.
La decisión del juez es a raíz de un pedido hecho por los fiscales generales Hernán Schapiro y Marcelo Molina, quienes consideraron que la apropiación del niño "tuvo como antecedente inmediato, necesario e inescindible el secuestro y privación ilegal de la libertad de su madre, Laura Carlotto, en el centro clandestino de detención conocido como La Cacha".
Según indicaron fuentes judiciales, la jueza Servini de Cubría le pidió al fiscal Carlos Stornelli que dictamine sobre si ella es competente para seguir a cargo de la causa o bien la debe remitir a La Plata, tal como reclama Blanco.
“El amor con los que te criaron no se rompe”
Ignacio Hurban, el nieto recuperado de Estela de Carlotto, expresó ayer que tras conocer su verdadera identidad “el amor con los que te pueden haber criado no se rompe”, pero advirtió que “cada uno tendrá que responder sobre las decisiones que oportunamente tomó”.
Guido, como lo llamó su mamá Laura Carlotto cuando nació, también sostuvo que él “no merece ningún reconocimiento” en la lucha por recobrar su identidad, no obstante remarcó que ahora tiene “el compromiso de decirles a los que tienen dudas” sobre su historia “que busquen la verdad”. “La peor de las verdades siempre es infinitamente mejor que la más dulce de las mentiras”, sentenció, y agregó que haber conocido su origen le sumó, porque ahora tiene tres familias.
El músico indicó que la noticia sobre la recuperación de su identidad se vivió “con mucha alegría” en la localidad de Olavarría, donde vive, pero también reconoció que “hay una parte de la ciudad a la que no le importa; no toca el tema”.
“La gente que no se alegró es la que pasa sin saludar” y advirtió que esta noticia “ha movido la ciudad hasta sus cimientos” porque “ha salido información que estaba negada y no se quería ver”. Además, sostuvo que tras enterarse de su verdadero origen terminó convirtiéndose “en una imagen pública”, por lo que debe manejarse “con mucho cuidado y respeto”, pero remató: “En última instancia soy sólo un músico que encontró a su familia”.
Para aquellos nietos apropiados que dudan sobre su identidad, le dejó el siguiente mensaje: “A pesar de todo, los lazos afectivos no se rompen” y que “el amor con el que te pueden haber criado no se rompe”.
Sin embargo, el hijo de Laura Carlotto y Walmir Oscar Montoya sostuvo que ante un proceso judicial “cada uno tendrá que responder sobre las decisiones que oportunamente tomó”. Además, contó que en poco tiempo comenzará los trámites para ponerse Guido como segundo nombre.
Sobre la reunión con la presidenta Cristina Fernández dijo que “fue un encuentro muy íntimo, muy ameno” y “fue una manera de agradecerle el compromiso con la lucha de las Abuelas en la búsqueda de la verdad”.