El gobierno comenzó a perder terreno en el plano internacional y ya no le será fácil colocar un bono en el exterior. Los fondos buitres le cercaron el camino en Estados Unidos y en Europa. El conflicto con el Citibank está llamado a agravarse y el ministro de Economía hará sentir el rigor de su autoridad, pero no podrá emitir deuda en el exterior.
Con este cuadro de situación, el gobierno podría apostar sus fichas al saldo en dólares de la balanza comercial, pero es muy pequeño. Las exportaciones están deprimidas por la baja de los precios de las materias primas, y las importaciones tienen que ser reprimidas para no caer en déficit de balanza comercial.
Las empresas extranjeras, no pueden girar utilidades al exterior, como desearían. Tienen un cupo mínimo de salida. Los bancos se han volcado a comprar propiedades donde asentarán sucursales, mientras el cepo continúe.
En este escenario, el Banco Central (BCRA) no puede seguir emitiendo pesos para financiar al fisco. La base monetaria (que es la suma de todo el dinero en circulación más el encaje de los bancos) alcanza a los 455.000 millones de pesos. Si a esto se le suma el endeudamiento en pesos en que incurre el BCRA, que asciende a 285.000 millones de pesos, se llega a un pasivo, en pesos emitidos, más letras y notas del Banco Central que asciende a 745.000 millones de pesos, una cifra escalofriante si se las compara con las reservas que ascienden a 31.400 millones de dólares.
Claramente el Central no puede seguir emitiendo y endeudándose al ritmo que lo hizo en la primera parte del año. Desde ahora en adelante se trabajará bajo una nueva modalidad. El gobierno emitirá cada 15 días bonos en pesos que devengarán una tasa de interés equivalente a la que se paga por un plazo fijo de un millón de pesos, que al día de hoy, equivale a una tasa del 26,2 por ciento anual.
Los títulos se llamaran Bonac marzo 2016 que pagarán intereses trimestrales y amortizarán íntegramente en marzo de 2016, el segundo título se llamara Bonac septiembre de 2018, que pagará intereses trimestralmente y amortizarán integralmente en septiembre de 2018. Los nombres cambiaran de acuerdo al mes que se emitan, el plazo y su vencimiento.
Los inversores que lo desean adquirir deberán acercarse a un agente de Bolsa, de esta forma lograran una tasa de interés más elevada que la ofrecida por un banco, que en muchos casos pagan intereses inferiores al 23 por ciento anual.
De esta forma, el Banco Central emitirá pesos para financiar al Tesoro nacional, pero no será el mismo Banco Central el que retire esos pesos del mercado, vía letras y notas. En este caso el gobierno nacional se comenzará a endeudar en pesos a plazos de 12 y 18 meses.
interesados. ¿Quién comprará estos bonos? En principio, inversores individuales e institucionales, como también la industria de fondos comunes de Inversión, que luego trasladan estas tasas elevadas a inversores con pequeños montos de inversión.
Una mirada a largo plazo permite apreciar cómo el gobierno, que aspiraba a colocar en algún momento 3.000 millones de dólares en Bonar 2024, y canjear los 6.600 millones en Boden 2015, hoy aspira a colocar bonos en pesos a corto plazo, por 5.000 millones de pesos quincenales. Esto muestra la orfandad de herramientas financieras con que cuenta el Ministro de Economía y la poca confianza que pesa sobre el país.
Conclusiones. El gobierno está cercado en el exterior y deja al país sin crédito externo, en las mismas condiciones en que tomó el gobierno Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003.
• La estrategia de colocar letras de corto plazo en pesos es la última alternativa que tiene un gobierno. Cuando el déficit arrecia se cae la recaudación, el gasto sube y no hay crédito externo.
• La consecuencia de saturar el mercado colocando letras por 285.000 millones de pesos a una tasa del 29 por ciento anual, y bonos en pesos a una tasa del 26,2 por ciento anual, es que los bancos se quedarán con menos plazos fijos y los consumidores con escaso crédito y a tasas más elevadas.
• Si no se abre el mercado internacional, no se debería descartar un canje compulsivo de los Boden 2015 por Bonar 2024. Antes que lo haga el mercado hágalo usted mismo. El Boden 2015 vale en Bolsa $ 1.206; lo vende y se compra el Bonar 2024 a $ 1.274, e inmediatamente vende este título en dólares a u$s 105,50. Con el Boden 2015 usted esperaba cobrar u$s 107 en octubre, nada mejor que llevarse a su casa u$s 105,50 ahora mismo. Llame ya si necesita los verdes, si no los necesita y está de largo plazo, espere, estos bonos serán un buen negocio.
• El gobierno nacional dice que no le deja ninguna bomba el próximo gobierno. Sin embargo, por lo visto hasta ahora, la gestión que viene no cuenta con financiamiento externo. Le dejan una pesada deuda de letras, notas y bonos en pesos a una tasa del 29 por ciento anual. Con esta tasa no hay financiamiento interno, y el que existe es a una tasa carísima. El Banco Central está quebrado, con un activo que no logra cubrir el pasivo de la entidad. Escasez de dólares y abundancia de pesos.
• Si el próximo gobierno desea conseguir financiamiento externo, está obligado a levantar el muerto que le dejaron con los fondos buitres, que ascendería a los u$s 16.000 millones, y debería capitalizar al Banco Central en no menos de u$s 40.000 millones. Un tipo de cambio atrasado, una inflación de dos dígitos y no hay superávit de la balanza comercial.
Esto no es un compendio de la mala onda. El próximo gobierno con crédito externo puede revertir este escenario, lo que no se puede es seguir empapelando a la Argentina. Tomando deuda en el exterior, adiós cepo, si seguimos así, el cepo seguirá con nosotros.
La presidenta ofreció una moratoria impositiva a una tasa del 1,9 por ciento mensual. Como el tipo de cambio se actualiza a un ritmo del 1 por ciento mensual, ofreció una tasa equivalente a más del 12 por ciento en dólares anual, cuando la tasa en el mundo está al 0 por ciento anual. La inflación, según el Indec está por debajo del 20 por ciento anual, y para financiar una moratoria cobra tasas de interés positiva en más del 4 por cientoanual. El Cedin volvió a extenderse por 90 días más.
Con este escenario, parece mejor esperar que moratoria y blanqueo ofrece el próximo gobierno, por allí es más económico y beneficioso que lo ofrecido por el gobierno actual.