Roma.- De forma agónica, como tantas otras veces, Silvio Berlusconi logró aplazar su muerte política. El primer ministro italiano y la Liga Norte, su aliado en el gobierno, llegaron a un acuerdo temporal sobre la reforma del sistema de jubilaciones. Este es un punto central entre las reformas exigidas por la Unión Europea (UE) para que Italia pueda aliviar su gigantesca deuda pública, la segunda más grande de Europa y equivalente al 120 por ciento de su Producto Bruto Interno (PBI).
La ministra de Educación, Mariastella Gelmini, confirmó anoche que el partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), y su socio de gobierno, la Liga Norte, han alcanzado un acuerdo para elevar a 67 años la edad de jubilación tanto de hombres como de mujeres, a falta de que se cierre un acuerdo sobre las denominadas "pensiones de antigüedad".
Durante una entrevista en televisión, Gelmini puso fin a parte de las especulaciones y confirmó que entre los acuerdos alcanzados por los compañeros de coalición figura el incremento progresivo de la edad de retiro, de 65 a 67 años, en un plazo que va "desde 2012 hasta 2025".
Gelmini también explicó que hay un punto "que no ha sido resuelto", en alusión a las pensiones de antigüedad, un sistema mediante el cual se logra en la práctica una jubilación anticipada. Para la Liga, según la ministra, "este es un punto sensible".
En tanto, el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, reconoció que había alcanzado un acuerdo con Berlusconi sobre la reforma de las jubilaciones, pero matizó que aún queda por verse cómo éste sería recibido por los socios europeos.
"Al final hemos encontrado un camino. Ahora vamos a ver qué dice la UE", dijo Bossi a los periodistas. No obstante, cuando éstos le preguntaron si era pesimista sobre las posibilidades de que el gobierno sobreviviera tras las disputas por las exigencias económicas, Bossi respondió: "Sigo siendo pesimista".
¿Será suficiente? La noticia fue difundida en primer lugar por Angelino Alfano, supuesto delfín de "Il Cavaliere" y secretario general del PDL. "Esperamos haber alcanzado con la Liga del Norte un punto de equilibrio para dar a Europa una respuesta en el tema de las pensiones", comentó Alfano en el popular programa de televisión "Porta a porta". Sin embargo, no brindó ningún detalle sobre el acuerdo.
Sus declaraciones dejaron entrever un acuerdo "in extremis" de cara al Consejo de Europa que se celebrará hoy, y en el que Berlusconi tiene que presentar medidas claras, profundas y con un calendario de aplicación específico (como le solicitó la UE) con las que reducir los 1.900.000 millones de la deuda pública italiana.
Lo que está por verse es si las medidas para recortar el gasto público que presentará hoy Berlusconi en la cumbre son suficientes para el resto de socios de la UE, sobre todo para la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy. También hay que ver cómo reaccionan los mercados a un acuerdo que claramente deja en evidencia la debilidad del gobierno italiano.
A su medida. Entretanto, según informó la prensa italiana, Berlusconi logró colar entre las medidas económicas una en su propio beneficio, lo que demuestra que el premier no puede dejar de ser él mismo aún en los momentos más dramáticos.
Entre las medidas para impulsar la economía italiana se introdujo un pequeño pero sustancial cambio en la norma del código civil que regula la sucesión testamentaria en familias con más de un hijo y padres divorciados.
Este cambio permitiría a Berlusconi vengarse de su ex Verónica Lario, su segunda mujer, quien aireó públicamente los problemas sexuales del primer ministro.
La modificación evitaría que los tres hijos que tiene con ella se queden después de su muerte con el control de su imperio económico, en detrimento de los dos hijos de su primer matrimonio.
El mismo barco
El presidente italiano, Giorgio Napolitano, recordó ayer a los dirigentes europeos que se encuentran “todos en el mismo barco en un mar en tempestad”, en respuesta a “inoportunas y desagradables” declaraciones de algunos de ellos contra Italia. El gobierno de Berlusconi tuvo cortocircuitos con los mandatarios de Francia y Alemania.