El secretario de Finanzas, Luis Caputo, mantendrá el miércoles en Nueva York la primera reunión formal con el mediador designado por el juez Thomas Griesa, Daniel Pollack, y los principales holdouts, con lo que darán comienzo las negociaciones con los tenedores de bonos no reestructurados que litigan contra el país en los tribunales estadounidenses.
Caputo partirá mañana por la noche con destino a Estados Unidos, para asistir a la reunión que tendrá lugar al día siguiente en las oficinas que el "Special Master" posee en el rascacielos ubicado en el 245 de Park Ave, en la zona de la "Gran Manzana".
El encuentro será el primero que el funcionario argentino mantendrá con los representantes de los fondos buitre que demandaron al país, entre los que se encuentran NML y Aurelius.
En cambio, será la tercera reunión que el funcionario mantuvo con Pollack. El 21 de diciembre, se reunió durante una hora con el "special master", a quien le prometió "comenzar negociaciones sustantivas" con los holdouts.
El primer encuentro, concretado durante la segunda semana de diciembre a pedido de Caputo, había sido "de naturaleza introductoria". El objetivo fue transmitir la "intención de la nueva administración" en Argentina de iniciar las negociaciones "rápidamente", detalló tras la reunión un comunicado de la oficina de Pollack.
El diálogo con el mediador permanecía paralizado desde julio de 2014 cuando el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, criticó el desempeño de Pollack al considerarlo como un actor parcial en el litigio. Fue luego de que emitiera un comunicado de prensa en el que posicionó a la Argentina en situación de "default" por el bloqueo en el esquema de pagos dispuesto por Griesa.
Eso hizo que el país no pudiera cancelar deuda con los bonistas reestructurados.
El miércoles la oficina de Pollack volverá a ser el escenario en el que tendrán lugar las negociaciones con los tenedores de bonos que compraron títulos en default y luego demandaron al país en los tribunales estadounidenses.
El fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa, que favoreció a los holdouts, al disponer que la Argentina debía pagarles a los buitres sin la quita que sufrieron los acreedores que entraron a los canjes de deuda.
El juicio inicial era por unos 1.700 millones de dólares, pero en octubre último Griesa aceptó un pedido de 49 demandas de otros tenedores de títulos en default, los llamados "me too". La cifra en juego ronda ahora los 10 mil millones de dólares.
La Casa Rosada considera prioritario un acuerdo con los fondos buitre para volver a los mercados internacionales de crédito.
Caputo iría al encuentro con el tradicional estudio Cleary de abogados, pese a que su intención era asistir con un nuevo equipo de profesionales.
Advierten sobre una caída de la actividad
Las medidas oficiales “ponen en duda la recuperación económica” para el segundo semestre del año porque “benefician al sector agropecuario en detrimento de la industria”, advirtió un informe de la consultora La Gran Makro”.
“La nueva alianza económica gobernante demanda nuevos incrementos del tipo de cambio, lo que seguirá empujando los salarios a la baja y provocará una retracción del consumo interno”, señala un informe elaborado por los economistas Alejandro Robba y Emiliano Colombo.
El reporte indicó que “si el consumo interno se hunde, implicará una caída del nivel de actividad en el primer semestre y pone más dudas sobre una hipotética recuperación económica, que todos los economistas de la city auguran para el segundo semestre”.
Sostiene que la política del gobierno “se basa en una economía en la que todas las señales de precio-rentabilidad se focalizan en beneficiar a los sectores ligados a la producción de bienes exportables, en particular, a los relacionados con los agronegocios”.
Agrega que eso “se vio reflejado recientemente cuando los productores agropecuarios incrementaron sus ingresos fuertemente vía la devaluación y la quita de retenciones”.
“El rápido efecto de estas medidas sobre los niveles de precios de los alimentos implica que en relación al salario, los alimentos en Argentina serán más caros”. La apertura de las importaciones “ pondrá un límite a los precios en el mercado interno de los fabricantes locales, pero al costo de oscurecer el porvenir de las empresas y de los empleos asociados”.
Vuelta a Davos
El presidente Mauricio Macri viajará la semana próxima al Foro Económico Mundial, que se realiza anualmente en la ciudad suiza de Davos. Un jefe de Estado argentino acudirá a esa cita por primera vez en trece años. El último que participó fue Eduardo Duhalde, mientras que Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner priorizaron ir al G-20.
Estiman una inflación del 30%
La clave del éxito político del gobierno será la “coordinación de la política macroeconómica” para intentar que no se deteriore el poder adquisitivo de los salarios, opinó el jefe de Investigaciones de la consultora Ecolatina, Juan Pablo Paladino, quien estimó una inflación del 30% para 2016.
Paladino dijo que la devaluación y la liberación del cepo cambiario eran “medidas urgentes que se tenían que tomar” y sostuvo que ahora el gobierno “debe lograr que la corrección tarifaria y de precios impacte lo menos posible en el poder adquisitivo”.
Consideró que el gobierno “deberá coordinar políticas con empresas y sindicatos para que la devaluación tenga el menor impacto posible en el bolsillo de los trabajadores”.
Paladino advirtió que durante la administración kirchnerista hubo una “descoordinación de las políticas, y por eso fracasó”.
“Antes había un gobierno que decidía medidas y se sentaba a esperar la reacción de los actores económicos, ahora lo que se necesita es coordinar medidas, y esa será la clave del éxito”, estimó.
Consideró que con una inflación del 30% puede “perfectamente cerrarse la negociación paritaria en torno a esa cifra, sin alterar el esquema económico”.
“Todos los sindicatos, a la hora de reclamar, están pidiendo cifras más altas, pero finalmente los acuerdos terminarán firmándose”, pronosticó.
Señaló que el gobierno puede ofrecer una quita del impuesto a las ganancias a cambio de un menor reclamo en paritarias y los empresarios no trasladar totalmente los costos de la devaluación a los precios, sino hacerlo gradualmente porque tienen el peligro de tener que competir con productos importados.
Advirtió que se necesitan “resultados rápidos en materia económica, y al no tener un poder legislativo fuerte, necesita acordar políticamente con empresarios y sindicatos”.