El gobierno exigió a Ghana que "asuma su responsabilidad por la detención de la Fragata" Libertad, y advirtió que la Argentina podría recurrir a la ONU, ya que "negociar con los fondos buitre no será una opción". En medio del conflicto que ya lleva 17 días, el canciller Héctor Timerman leyó en la Casa Rosada un comunicado con la postura oficial del gobierno, en el que remarcó que la Cancillería argentina agotará "todos los recursos a su alcance ante la Justicia de Ghana" para recuperar la nave escuela de la Armada.
En ese sentido, puntualizó que la detención del buque es "un acto ilegal" debido a que goza de las inmunidades que "la propia República de Ghana reconoce en las diversas Convenciones internacionales de las que es signataria".
"Los fondos buitre solicitaron el embargo de la fragata en Ghana sobre la base de una orden judicial emitida en Gran Bretaña. Sin embargo, esos fondos jamás han intentado hacer la misma solicitud con los bienes argentinos que cuentan con inmunidad en Gran Bretaña", añadió el ministro.
Recién llegado de Nueva York, adonde asistió a la votación del Consejo de Seguridad de la ONU, que aprobó el ingreso de la Argentina, Timerman remarcó que el gobierno no cederá ante los fondos buitre.
"Tal como lo ha venido haciendo desde la asunción de Néstor Kirchner en el 2003, el gobierno no cederá ante los fondos buitre ni se dejará presionar por sus socios locales que llenan de información falsa los medios periodísticos afines", sentenció.
Además, advirtió que la Argentina mantiene "todas las opciones abiertas en el ámbito de la Justicia internacional y, de ser necesario, concurrirá ante las Naciones Unidas", pero negociar con los fondos buitre "no es ni será una de esas opciones".
El jefe de la diplomacia argentina se pronunció de esa forma sobre el extenso diferendo en torno a la detención de la Fragata Libertad en el puerto ghanés de Tema, con 280 tripulantes a bordo, a raíz del embargo presentado por los fondos buitre.
La Cancillería conformó un equipo jurídico, encabezado por la embajadora Susana Ruiz Cerrutti, luego de que fracasaran las gestiones iniciadas en el país africano por el vicecanciller Eduardo Zuain y el viceministro de Defensa, Alfredo Forti, quienes regresarían mañana a Buenos Aires.
Todo indica que la Casa Rosada concurrirá a tribunales internacionales en lugar de a la Justicia de Ghana, ya que desconfía de la imparcialidad del juez local Richard Adjei Frimpong y de los tribunales superiores en torno a la demanda presentada por Peter Singer, titular del fondo buitre MNL Elliot.
Más precisamente se acudiría al Tribunal Internacional del Derecho del Mar, órgano independiente pero con vinculación a la ONU, del que tanto Argentina como Ghana son miembros. Argentina intentará hacer pesar el artículo 292 de la Convención sobre los Derechos del Mar, que establece que los buques destinados a fines no comerciales están protegidos por inmunidad soberana y, en consecuencia, son libres de requisas y embargos.
"Tal como lo ha venido haciendo desde la asunción de Néstor Kirchner en el 2003 el gobierno argentino —insistió Timerman— no cederá ante los fondos buitre ni se dejará presionar por sus socios locales que llenan de información falsa los medios periodísticos afines".
En sintonía, subrayó: "Ni la presidenta Cristina Fernández ni el pueblo argentino aceptarán negociar la soberanía nacional atacada por un poder económico que opera desde guaridas fiscales y cuyas principales víctimas son los pueblos de América latina y Africa".
Timerman reiteró que "la Cancillería argentina agotará todos los recursos a su disposición ante la Justicia de Ghana demostrando, como lo ha hecho en todas las oportunidades, la ilegalidad de las acciones de los fondos buitre contra la República Argentina. Hoy es la Fragata Libertad como ayer fueron otros bienes de la República en el exterior, contra los cuales se intentó, sin éxito, idénticas medidas".
Consecuencias
El insólito conflicto que mantiene al buque escuela argentino en el puerto de Tema desde el pasado 2 de octubre, con cerca de 300 marineros a bordo, ha precipitado la renuncia de cuatro altos cargos de la Armada. En un intento por destrabar el conflicto, Argentina ha recurrido incluso a países vecinos que tienen marineros a bordo de la fragata.