El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, confirmó la decisión oficial de adelantar a septiembre el aumento del 35% pautado para el salario mínimo, vital y móvil e inscribió esa decisión en el hecho de que “el objetivo siempre fue que los salarios le ganaran a la inflación”.
En este sentido, el titular de la cartera laboral precisó que, con esta medida, se llegaría en septiembre próximo a un piso salarial de $ 29.160. Luego será revisado “de manera progresiva”.
“No hemos convocado en esta oportunidad al Consejo del Salario Mínimo, lo que hicimos fue adelantar en el tiempo lo que había pactado el Consejo y conseguimos así que este salario le vaya ganando al inflación, y a fin de año vamos a revisar”, afirmó Moroni en declaraciones formuladas a Radio 10.
Según se informó, el anticipo de la suba tendrá impacto en quienes cobran el mínimo pero también en casi 900.000 planes sociales que pagan la mitad del mínimo y en otros programas destinados a las poblaciones vulnerables que toman el mínimo como referencia.
“Durante la pandemia, el año pasado mantuvimos las paritarias y los salarios de convenio le ganaron a la inflación y los de bolsillo perdieron pero por menos de un punto, en un año donde el Producto Bruto Interno cayó 10 puntos”, aseguró el titular de la cartera laboral.
Al evaluar el desempeño del mercado laboral en pandemia, Moroni dijo que “ha sido muy bueno en el sector formal para un año de crisis económica”.
“La tasa de desocupación nos dio una leve disminución en el primer trimestre de 2021 respecto a 2020”, dijo el funcionario. Y aclaró que esto se dio “con una población económicamente activa que está en los mismos niveles que en los últimos diez años”.
El ministro se mostró confiado en que “en la medida en que las restricciones aflojen el empleo va a crecer” y reiteró que la política oficial es que “se abran las paritarias las veces que sea necesario para que los salarios le ganen a la inflación”.
Por último, Moroni descartó que el gobierno analice modificar la normativa respecto a las indemnizaciones por despidos al afirmar que “no hay nada en estudio, porque no hay ninguna demostración empírica que modificar normas laborales cree más empleo”.
“En los lugares del mundo donde se intentaron estos modelos de contratos flexibles, no dio resultado”, finalizó.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, afirmó que la decisión del gobierno nacional de adelantar a septiembre el proceso de aumento del salario mínimo, vital y móvil, previsto para febrero del 2022, busca “mejorar el bolsillo de los argentinos para que los salarios le ganen a la inflación”. En julio ese ingreso pasa a ser de $ 27.216 y en septiembre $ 29.160.
“El objetivo es mejorar el bolsillo de los argentinos para que los salarios le ganen a la inflación. Es nuestra prioridad para este año. Este haber es una referencia para seis millones de personas, los que lo cobran y los que están en el programa Potenciar Trabajo; además es también una referencia para el sector informal”, apuntó Arroyo.
El ministro también sostuvo que esta decisión se enmarca en las acciones que se realizan en el marco de la pandemia de coronavirus para, por un lado, “atender la emergencia alimentaria”, y por otro lado, “fortalecer el bolsillo de los argentinos que la pasan mal, que tienen dificultades, y la llevan como pueden producto de la crisis“ que generó la emergencia sanitaria.
Sobre posibles nuevos aumentos en el salario mínimo o en asignaciones, Arroyo señaló: “No se descarta ninguna medida porque vamos evaluando permanentemente la situación. Hicimos un bono de 15.000 pesos, el Repro II y ampliamos la Tarjeta Alimentar”.