Los candidatos del Frente Progresista en todas las categorías cerraron ayer la campaña en la plaza Montenegro, con discursos optimistas respecto a los resultados del domingo próximo y reivindicando las gestiones de Hermes Binner en la gobernación y de Miguel Lifschitz en la Municipalidad.
Previo al acto en el corazón del microcentro rosarino, todos encabezaron una caravana que escaló en distintos barrios de la ciudad con globos naranjas y azules, música y móviles con el número 4 (que corresponde a la lista del Frente Progresista), clave para que los votantes acompañen la elección de los concejales, diputados y senadores socialistas.
El candidato a gobernador, Antonio Bonfatti, volvió a sostener que las encuestas marcan que está "arriba" de sus competidores y destacó: "Estamos tranquilos esperando la elección del domingo, sin confiarnos pero sabiendo que las encuestas que manejamos nos dicen que estamos arriba". Luego, ya en la explanada ubicada a las puertas del Centro Cultural Bernardino Rivadavia, Bonfatti cargó contra el gobierno nacional y los candidatos del Frente Progresista Santafesino al decir que "nadie nos puede decir qué es lo que debemos hacer en Santa Fe".
Antes señaló que "hay que darle continuidad al proyecto de transformación de la provincia que se inició en 2007. H hemos dado respuestas con un plan de gobierno claro y completo y con una mirada estratégica a 20 años. Santa Fe está transformada y hay que profundizar esa transformación. Creamos una política de diálogo entre la sociedad y el Estado en la que nadie tiene la verdad absoluta".
Cuando se lo consultó respecto a a por qué no votar a Agustín rossi, el candidato expuso: " Porque el peronismo gobernó durante 24 años y demostró no tener políticas de Estado, sino funcionar a demanda de los amigos", y respecto a Del Sel opinó que "es más de lo mismo. Su lista de diputados provinciales tiene a ex funcionarios del duhaldismo y del menemismo. Es parte del pasado aunque provenga del teatro.
Pasos de baile. Con León Gieco entonando desde los parlantes "El ángel de la bicicleta" (el himno cuasioficial del socialismo en las campañas), Hermes Binner ocupó un riguroso segundo plano, no hizo uso de la palabra y se dedicó todo el acto aplaudir a los postulantes y ensayar pasos de baile tratando de mitigar la baja temperatura, que se clavaba como una daga entre los que concurrieron a la plaza Montenegro.
Mónica Fein insistió en realzar la administración de Miguel Lifschitz y se comprometió a seguir cabalgando por los mismos ejes que el Frente progresista lleva adelanta en la provincia y en la ciudad.
El más vehemente a la hora de los discursos fue Raúl Lamberto, cabeza de la lista a diputado provincial, quien aseguró que "el 24 gana la Lista 4" y acusó al justicialismo de querer poner palos en la rueda a la gobernabilidad. "Y ya lo ve, es para la Bielsa que lo mira por TV", gritaron a coro los militantes.
Manuel Sciutto, postulante a concejal, hizo un largo recorrido por la composición del Frente Progresista, pidió el voto para todos los candidatos y le dio máxima importancia a los aliados del socialismo. Ahí fue el turno para que la barra del GEN aplaudiera la intervención.
A su turno, Miguel Lifschitz criticó al peronismo sin nombrarlo, habló de "los que están preocupados por los números de las encuestas" y le envió un sablazo a Miguel Del Sel por cerrar su campaña en el programa de Susana Giménez (ver página12). ahí volvió el hit de los muchachos socialistas: "No es el Chivo no es Del Sel, es el pelado, gobernador de Santa Fe".
Los candidatos aprovecharon la presencia de numerosos movileros de los medios nacionales para reivindicar lo que el Frente Progresista hace en Rosario y la provincia, tratando de instalar a Binner en su camino a la Presidencia de la Nación. Otro dato fue la reaparición de dirigentes vinculados a Rubén Giustiniani en un acto público compartido con el binnerismo. Además del senador nacional se vio al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Di Pollina, Giustiniani conversando animadamente con sus compañeros socialistas, hasta el 22 de mayo adversarios.
Luego del discurso de Bonfatti, el último orador del mitin, todos se fueron tan rápido como habían llegado: el frío calaba los huesos y hacía evitar cualquier tertulia a cielo abierto.