"Que devuelvan la que se llevaron", bramó Mónica Fein. "Mierda nos van a ganar", se envalentonó Miguel Cappiello. "Chau Turco, qué triste final", le apuntó Alicia Ciciliani al cabeza de lista del Frente para la Victoria santafesino. Fueron los puntos más picantes del cierre de campaña del Frente Progresista, repleto de extensos discursos destinados a acicatear el voto por los oficialismos provincial y municipal, que lleva al titular de Salud y a Hermes Binner en las puntas de las boletas a concejal y diputado nacional, respectivamente
En el acto sobrevoló todo el tiempo la solidaridad con el gobernador Antonio Bonfatti tras la balacera contra su vivienda, el deseo de que Binner llegue a la Presidencia de la Nación y la reivindicación de la gestión de gobierno en Rosario. Visiblemente emocionado, y con la voz a punto de quebrarse, el gobernador recalcó que "en los lugares en los que vive el 72 por ciento de los santafesinos, gobierna el Frente Progresista" y puso sobre escena la futura habilitación de obras en marcha frente los que dicen que la Casa Gris ofrece un festival de "maquetas". De riguroso traje oscuro, el mandatario santafesino previno que "el futuro no se dirime en una interna del PJ".
Con el auditorio del Patio de la Madera repleto de funcionarios, militantes y organizaciones barriales —lejos quedaron los actos de clausura con presencia visible de ciudadanos no ligados a los partidos o gobiernos—, abrió el fuego la intendenta rosarina. Mirando a los ojos a Bonfatti, Fein adoptó un tono imperativo: "Sepa gobernador, que no está solo en la lucha contra el narcotráfico".
Enérgica, Fein ofreció un decálogo de las medidas de gobierno que implementó el socialismo en los últimos años e intentó aupar a la nómina de concejales que defenderá los colores de la escudería oficialista el domingo próximo. "Con esta lista, alumbra el nuevo triunfo", clausuró su discurso.
"Paso paso, se viene el cappiellazo", cantaba la militancia universitaria del socialismo, enfundada en color naranja, luego de las palabras de Carlos Comi, integrante de la lista para el Palacio Vasallo. Con su habitual desparpajo oratorio, Cappiello sostuvo que en el "Frente Progresista no importan las personas, importan las ideas". Ahí, la barra desempolvó otra vez sus hits y recordó con tirria a su adversario preferido: "Y ya lo ve, es para Boasso que lo mira por TV".
El ministro de Salud se la agarró luego con las comisiones investigadoras del Concejo ("generan incertidumbre y no prueban nada", dijo) y calentó el ya de por sí caluroso ámbito del Patio de la Madera: "Les vamos a ganar a todos".
La saga de discursos de cara a las elecciones a diputado nacional fue inaugurada por la candidata Ana Copes (PD), quien bordeó una pieza oratoria con tonalidad cercana a las directoras de escuelas secundarias. Copes dijo que Lisandro de la Torre era un "prócer" de Santa Fe y reprodujo con epicidad algún párrafo de la Divina Comedia.
Pablo Javkin (Coalición Cívica) ensayó un discurso más corto pero contundente, que incluyó "un abrazo al valiente gobernador", la promesa de "ir a Buenos Aires a defender los intereses de la provincia" y una cita a Atahualpa Yupanqui.
Con los asesores de prena de los candidatos mirando el reloj y enviando vía mail extractos de los discursos, Mario Barletta se plantó recordando a Raúl Alfonsín y retomó los hilos de campaña de 1983 al verbalizar con pelos y señales el Preámbulo de la Constitución.
Anunciado por la locutora como el protagonista estelar de una noche de gala, Binner demostró que los años de campaña y de actos públicos le han quitado cualquier pizca de miedo escénico. Ensayó pasos de baile con Fein, movió sus brazos hacia arriba como en una coreo y descargó un speech recurrente en alusiones al "fin del agotado modelo kirchnerista". Frenéticos y adrenalinizados, los militantes cantaron "se siente, Binner presidente".
El ex gobernador pidió el voto y los esfuerzos para que el Frente Progresista haga ingresar cinco diputados nacionales, habló de una crisis política y cultural y le hizo un guiño al campo. "Este gobierno no entiende al campo y ha engañado a los productores".
Fue el epílogo de un módico pero concurrido acto de clausura de una campaña que lo encontró al ex gobernador recorriendo por enésima vez la provincia y, nuevamente, al frente de todas las encuestas para los comicios en Santa Fe.