Final del torneo Inicial, y con él, el balance. Para ello es necesario tomar algunos elementos como punto de partida con un único fin: enfocar el análisis y errar lo menos posible con el diagnóstico. Fueron 26 puntos los que logró el Canalla. Una suma que lo dejó fuera de la zona del descenso y con cierto margen de maniobra para lo que viene. Al menos para lo que será el arranque del torneo Final. Desde ese punto de vista, el aprobado aflora. Teniendo en cuenta que se venía de tres años en la B Nacional y las incógnitas respecto a cómo iba a responder el equipo en su retorno a la máxima categoría, también la mano que se extiende es la derecha. Sin tantas estridencias ni nada que fomente algún espíritu triunfalista, pero sí sabiendo que con menos de lo realizado le alcanzará para no tener sobresaltos en unos pocos meses, cuando los números, las décimas, centésimas y milésimas vuelvan a cobrar relevancia. A partir de eso, hay unas cuantas cosas por desmenuzar.
Compartiendo posición con Gimnasia, Central tiene a otros 10 equipos por debajo en la línea de los promedios. ¿Qué significa esto? Que sólo un arranque calamitoso por parte de los canallas, sumado a un inicio de torneo que debería ser extraordinario para los que están en el fondo de esa tabla, es lo que debería suceder para que la cosa se complique. Claro que se está hablando y pensando la situación sobre hipótesis, pero si ese respiro está, si se convive con la fortuna de iniciar la pretemporada más holgado, es porque aun de manera inconsciente, se entiende que se viene de hacer un buen torneo.
Además, esta buena campaña tuvo como principales aliados a aquellos futbolistas que formaron parte del retorno a primera división. Es que los jugadores que llegaron como refuerzos no aportaron el salto de calidad que de ellos se esperaba. Punto a favor para los estaban. Punto en contra para los que llegaron, para el técnico y los dirigentes por las contrataciones.
Ahora, para llegar donde llegó, Central tuvo que cumplir algunos requisitos dentro del campo de juego. De la misma forma, si se quedó en 26 puntos pudiendo haber sumado unos cuantos más, también fue pura y exclusivamente obra de los canallas.
A Russo le costó encontrar el equipo. En cuanto a nombres, el correr de las fechas le fue dando la razón, pero no desde lo estrictamente táctico. Es que aquella idea madre de ubicar a Federico Carrizo como enganche o como doble cinco más adelantado no dio sus frutos. Al equipo le faltó juego y quedó demostrado en los resultados. Fue un inicio de torneo con demasiados altibajos. Hasta que tocó fondo contra Tigre.
Pero el técnico supo reinventarse él como conductor de grupo y también a su equipo como tal. De a poco se inició una recorrida por un largo camino de buenos resultados, que le permitieron a Central renovar la confianza. Partidos como contra Arsenal, Lanús y Boca en La Bombonera levantaron la autoestima. Por supuesto, el punto más alto en ese sentido fue el clásico. Esa victoria frente a Newell's terminó de potenciar el ánimo de un equipo que no se quedó sólo en eso, sino que fue y ganó en Córdoba y después en el Gigante. Se trató del mejor momento canalla en el torneo. Hasta que llegó la recaída (ya había perdido contra Vélez), preocupante por cierto, en Bahía Blanca. Y otra vez las dudas.
Hoy, el final del torneo encuentra algunos puntos casi anecdóticos, pero no deben serlo. Allí descansan la inmensa cantidad de errores que cometió este equipo, que lo privó de muchos puntos. En ese funcionamiento descoordinado de mitad de cancha hacia atrás, con muchos intérpretes que no encontraron regularidad en cuanto a su juego (todo eso lo trasladaron al equipo), estuvo el mal mayor del Canalla. Porque hubo yerros de todo tipo. Estructurales e individuales. Pero todos valieron para que se escaparan partidos increíbles. Si todo eso forma parte del aprendizaje, como le gusta decir a Russo, en ese sentido el equipo escribió unos cuanto capítulos para repasar en las vacaciones.
Entre los puntos a favor están sin dudas la aparición de varios juveniles, a los que el técnico viene siguiendo de cerca desde que llegó a mediados de 2012. Por supuesto se destaca lo de Walter Acuña, tal vez, la aparición más llamativa. Pero estuvieron Lucas Lazo, Elías Gómez, Jonatana Schulze en cancha y otros como Tomás Berra y Federico Flores pisando el banco de suplentes con mayor asiduidad.
De todos estos puntos, algunos a favor y otros en contra, deberá valerse Central para encarar el semestre que se avecina. Sabiendo que debe corregir muchos errores y potenciar algunas virtudes. Pero lo que no puede dejar de mencionarse es que podrá hacerlo en un contexto no tan emparentado con las urgencias. Que el Canalla necesite algunos puntos menos de los que cosechó en este campeonato para asegurar su permanencia es producto de un torneo cuanto menos aceptable. Y eso es lo que termina abonando la idea de que el balance que hoy puede hacerse entrega más datos positivos que de los otros.
Triangular en Córdoba
Rosario Central jugará un triangular en Córdoba a fines de enero. Del torneo participarán también Belgrano e Independiente. Esos dos encuentros le servirán al cuerpo técnico para poner a punto al equipo. El lunes 20 los canallas enfrentarán al Rojo, mientras que siete días después harán lo propio frente al equipo del ruso Zielinski.