El economista y ex directivo de la Unión Europea Mario Monti quedó en "pole position" para ser designado como nuevo primer ministro italiano, luego de visitar al presidente de la República, Giorgio Napolitano, con quien conversó a solas durante dos horas. Monti tomaría el cargo el próximo lunes, luego de que el Parlamento apruebe, posiblemente mañana mismo, el paquete de ajustes que exige la Unión Europea y que renuncie Silvio Berlusconi. Sin embargo, la votación parlamentaria que consagraría a Monti como jefe de un "gobierno técnico" podría verse amenazada por diversas disidencias que surgieron tanto entre la centroderecha de Berlusconi como en la oposición de centroizquierda.
Monti, un técnico de excelente reputación dentro y fuera de Italia, es el hombre elegido por el presidente Napolitano para pilotear la que tal vez sea la peor crisis económica de Italia desde la lejana posguerra. Ayer se reunieron ambos, con la excusa protocolar del nombramiento de Monti como senador vitalicio. La designación, hecha por Napolitano el miércoles, fue tomada como una señal premonitoria por los analistas.
El OK del Cavaliere. Y ayer el propio Berlusconi, inicialmente renuente a un "gobierno técnico" y partidario de seguir en el cargo hasta realizar elecciones anticipadas en febrero, se sumó a los apoyos a Monti. "Le deseo un trabajo exitoso en interés del país", dijo Il Cavaliere al ex comisario de la UE en un telegrama. Pero la decisión de Berlusconi no es compartida por todo su partido, Pueblo de la Libertad (PDL), y es rechazada frontalmente por su principal aliado, la Liga Norte. Febriles reuniones de la cúpula del PDL se han sucedido desde la noche del miércoles. Berlusconi convocó ayer a una nueva reunión de la cúpula del PDL. Tras el encuentro, el secretario general del partido, Angelino Alfano, dijo "que sería mejor celebrar elecciones adelantadas, pero que decida Napolitano". El caso es que "el PDL está partido en dos como una manzana", graficó el diario La Stampa. El diario de Turín agregó que la "línea definitiva se decidirá en una reunión que debería realizarse el sábado a la tarde". El canciller, Franco Frattini, es partidario del gobierno Monti, mientras otros ministros, como el titular de Trabajo, Mario Sacconi, presionan por elecciones anticipadas.
La Liga en contra. La Liga Norte rechazó frontalmente a Monti. "Si Napolitano encargará formar gobierno a uno como Monti, que no es parte de la mayoría vencedora en las elecciones de 2008, la Liga pasará a la oposición", disparó el ministro del Interior, Roberto Maroni, y número dos de la formación nordista. Y en la oposición de centroizquierda también hay disensos. El ex juez Antonio Di Pietro, titular del partido IDV, dijo que rechazarán "este gobierno técnico, no lo votaremos y nos mantendremos afuera" del nuevo Ejecutivo. Una solución con Monti a la cabeza sería "un gobierno que responde a los bancos, al sistema financiero e incluso a los especuladores", agregó Di Pietro. Pero la principal agrupación de la oposición, el Partido Demócrata (PD), está apoyando firmemente a Monti. "Proponemos un gobierno de emergencia y transición para darle un rostro creíble frente a Europa", declaró el jefe del PD, Pierluigi Bersani. El denominado Tercer Polo, conformado por dos partidos que abandonaron la coalición de Berlusconi, también apoya sin fisuras la designación de Monti.
Otro punto delicado que el presidente Napolitano debate con los partidos es la cantidad e importancia de ministerios que mantendría en el nuevo gobierno el PDL de Berlusconi. Este pretende retener un buen número de carteras, mientras el PD exige que no quede ninguno. Monti, según la prensa, también tendría su estrategia, y bastante radical: presentar un gabinete totalmente propio y poner a los partidos entre la espada y la pared. Esta estrategia la utilizó en 1993 Carlo Ciampi, según recordó la agencia Ansa.
La opción por Monti ha sido elogiada por la mayoría de la prensa italiana. En un editorial el Corriere della Sera destacó "su prestigio internacional indiscutido. Su brújula es Europa. No es un frío tecnócrata, es un italiano apasionado, dispuesto a desenvolver su rol sin miras personales. Es un portador de ideas, no de intereses". En cuanto al propio Monti, declaró antes de ser citado por Napolitano que "nos espera un trabajo enorme, y los pedidos de Europa en términos de saneamiento de cuentas y de estímulo al desarrollo son justas".
Tiempos acelerados. En cuanto a los tiempos, el presidente Napolitano quiere reducirlos al mínimo, según Ansa. "Napolitano quiere quemar etapas, con el objetivo de hacer jurar al nuevo gobierno ya el próximo lunes. La cronología que prevé sería: dimisión de Berlusconi el sábado a la tarde, consultas del presidente con los partidos el domingo y encargo del gobierno al final de ese mismo día. La lista de ministros y los juramentos se harían el lunes". Las razones de tanto apuro son obvias: Italia está pagando altos intereses por su deuda, que se hace insostenible. "Si no actuamos ahora, terminaremos como Grecia", comentó la jefa de la confederación industrial Emma Marcegaglia.
La UE le exige a Italia más rigor y precisión
Bruselas. — El comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea (UE), Olli Rehn, consideró insuficientes los ajustes presentados por el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, en su última misiva a Bruselas. “Mi mensaje es que, aunque a corto plazo el impacto no es dramático, relativamente pronto, el año que viene y a medio plazo, esto tendrá un impacto significativo en las condiciones de financiación y en la economía real”, comentó el finlandés en relación al documento que Roma ha transmitido a Bruselas, en el cual detalla las medidas que tomará en breve para ajustas las cuentas públicas. “Lo más importante es recuperar la estabilidad política y la capacidad de tomar decisiones, lo que está ocurriendo en Italia. Y en segundo lugar, igualmente importante, es adoptar medidas inmediatas para cumplir los objetivos fiscales y adoptar decisiones sobre reformas estructurales que impulsen el crecimiento”, subrayó.
Más ambición. Por otro lado, Rehn pidió a Italia que se mueva con rapidez a la hora de aplicar las medidas de ajuste porque cada punto de aumento del interés de los bonos italianos reducirá al menos un uno por ciento del producto interior bruto (PIB) el crecimiento de la economía italiana en los próximos tres años.
La carta, comentó Rehn, “no es suficientemente ambiciosa en asuntos clave, como la competencia en el mercado, y no propone nuevas reformas en áreas importantes como jubilaciones, donde se puede hacer más para evitar un incremento excesivo en la ya alta carga fiscal de los ciudadanos italianos”. Bruselas envió esta semana al ministro italiano de Finanzas, Giulio Tremonti, un documento con 39 preguntas en las cuales se pide que Roma que detalle más la “hoja de ruta” de los ajustes.
Cifras siderales
El Financial Times señaló que el gobierno italiano emitirá deuda este año por 340.000 millones de euros, y por 345.000 millones en 2012. Esto la convierte en un país "muy grande para ser rescatado", ya que el costo de un salvataje sería de entre 600.000 millones y 1 billón de euros, aseguran los analistas.