El dolor y la impotencia del intendente

“No tengo palabras que alcancen para definir el asombro, el dolor y la indignación por el asesinato a sangre fría de dos hijos de esta ciudad que velaban por la seguridad de sus vecinos y fueron fusilados por un criminal que deberá ser condenado con todo el rigor de la ley”, afirmó el intendente de Diamante, Juan Carlos Darrichón.
  El funcionario concurrió a la Jefatura a interiorizarse de lo ocurrido y, al salir, dijo que “por sobre su condición de policías que cumplían con su deber, (las víctimas)eran ante todo padres, esposos, hijos de familias que ahora no tienen consuelo por la irreparable pérdida”. Darrichón dijo también que “aunque en situaciones como éstas las palabras no alcanzan para mitigar el dolor, he conversado con las familias de las víctimas y me he puesto a su disposición”.

Así no lo pensamos. Darrichón aseguró que “en forma conjunta con el Ministerio de Gobierno y con la policía de Entre Ríos, se respondió a la solicitud de una mayor presencia policial en las calles de Diamante tal como lo plantearon los vecinos en las reuniones barriales periódicas”. Sin embargo, “jamás se nos cruzó por la cabeza la hipótesis de un crimen como éste. Tal es así que los dos policías actuaron como lo hacen habitualmente en una ciudad donde este nivel de violencia no registra antecedentes. No tuvieron tiempo ni de sacar sus armas”, reveló.
  Indignado, el intendente dijo que “se sospecha que el autor del crimen es el mismo hombre, oriundo de Rosario, que horas antes había sido detenido y luego puesto en libertad por el arrebato de una mochila a una joven y que registraría dos identificaciones apócrifas”.
  Finalmente, Darrichón sostuvo que “lo prudente ahora es dejar que la Justicia actúe. No puedo aventurar conjeturas, pero no tengo dudas que de ser necesario, me pondré al frente del reclamo de los familiares y vecinos que hoy sienten dolor e impotencia por la muerte de aquellos que velaban por la seguridad y la tranquilidad de su gente”.