El crecimiento de la ciudad ofrece distintas lecturas y el desarrollo del polo productivo en torno a la avenida Ovidio Lagos al sur de Circunvalación es un ejemplo. En los últimos años las plantas industriales se fueron expandiendo con nuevas radicaciones o ampliaciones que implicaron un aumento de la mano de obra; en tanto, los más de 4.000 trabajadores que concurren diariamente allí en virtud de ese boom tienen cada vez más problemas para circular por la angosta avenida saturada de autos, motos y camiones que no tienen siquiera una banquina para correrse.
Un problema de infraestructura que tiene su correlato en accidentes de tránsito, a veces fatales, que encendieron la preocupación de empresarios y vecinos del sector que, ante ese y otros problemas comunes, decidieron agruparse para lograr soluciones en conjunto.
"Problemas hay siempre, pero el espíritu de nuestro grupo no pasa tanto por quejarse sino por mejorar. Tenemos reclamos, pero también ideas y pretensiones", sintetizó Víctor López (de la empresa Plecor), uno de los impulsores de la movida junto con Roque Di Santo (Bricket), Juan Pablo Partenni (Chapa Oroño), Fernando Galante (Epta Argentina), Raúl Nunes (Establecimiento Industrial Martins Nunes) y Emilio Pera (Nibbler). La primera reunión fue el 31 de marzo último en el campo de deportes del Colegio Sagrado Corazón. Allí visualizaron una prioridad de temas para tratar en función de las necesidades comunes. El ensanche de Ovidio Lagos, la apertura y pavimentación de calles complementarias y una mayor presencia policial que aporte a la seguridad están al tope de las gestiones a encarar.
En tránsito. Al sur de la Circunvalación, Ovidio Lagos se extiende en un tramo de unas 15 cuadras en cuyas márgenes se desarrolla uno de los polos industriales más importantes de la zona, además de alojar barrios y campos deportivos de clubes y escuelas. Sin embargo, la avenida sigue siendo la misma de hace años, cuando en el plano se intercalaban algunas pequeñas y medianas plantas industriales en una zona básicamente rural.
En este contexto, los empresarios insisten en que la infraestructura actual es de los 90 y no puede sostener una actividad que se ha triplicado. "En muchas empresas se ingresa a las 6 de la mañana y a esa hora, en otoño e invierno, la niebla hace imposible transitar porque no hay iluminación ni banquina. A eso hay que sumarle que cada lluvia se come centímetros de banquina y obliga a los vehículos a ir por el medio. La infraestructura se deteriora mientras el parque industrial crece y hay cada vez más empleados que tampoco pueden ir en colectivo, porque muy pocos llegan a esta zona. Y así hay cada vez más que vienen en moto", resumió Disanto, para graficar una de las principales preocupaciones: hay más accidentes laborales in itínere (los que se producen en el trayecto que hace el empleado entre su casa y el trabajo) que adentro de las fábricas.
"En el último año tuvimos 26 accidentes in itínere, uno de ellos fue fatal", se lamentó Disanto, mientras López acotó: "En mi empresa, donde se realizan trabajos que implican cierto riesgo, no hubo accidentes adentro de la planta y sí tuvimos cinco en la calle".
En este marco, la inquietud de vecinos y empresarios crece con cada noticia acerca de alguna radicación que pueda incrementar el tráfico, como el de un desarmadero que prevé el paso de "80 a 100 camiones por día", según comentaron.
Proyecto. Así como esta asimetría entre el desarrollo industrial privado y el estancamiento de la infraestructura pública no es tan nueva, la solución básica ya está en carpeta. Así lo anunció el municipio en 2008, respecto del ensanchamiento y doble traza de Ovidio Lagos entre la Circunvalación y el puente Gallegos sobre el Saladillo. Pero la obra es tan esperada como incierta.
"Sabemos que hay un proyecto de ensanche, pero no cuándo lo van a empezar ni terminar. Y la situación se está complicando porque hay muchos accidentes fatales", dijo Galante. "Queremos saber de qué se trata y en qué estado está ese proyecto y aportar nuestra mirada en función de las necesidades que tenemos", añadió López, y recordó que "a los cerca de 4.500 obreros que concurren a la zona hay que sumarle los vecinos y los chicos que van a los clubes y campos de deporte".
"Otro punto importante pasa por saber qué vamos a hacer si el municipio no puede viabilizar este proyecto en el corto plazo. Y también tememos que haya algún desconocimiento por parte de quienes proyectan, ya que las cosas están cambiando mucho y muy rápidamente", señaló Galante. "Queremos participar y colaborar con el proyecto que se anunció en 2008, porque nosotros trabajamos acá, conocemos la realidad de todos los días y pretendemos que lo que se vaya a hacer se haga mejor", acotó Partenni, quien intuye como necesario "actualizar el proyecto que se anunció en 2008 porque esto crece cada vez más rápido".
Unirse. Más allá de la inquietud puntual por el estado de la infraestructura vial de la zona, los empresarios destacaron el hecho de haberse reunido para empezar a tratar temas en común. "Es importante la unión para gestionar en conjunto, porque cada uno de nosotros ha intentado lograr cosas a nivel individual o junto a 5 o 10 vecinos y no siempre hay respuestas. Sabemos que el camino es el de juntarnos y poder trabajar orgánicamente. Entre todos se suma un peso específico diferente a lo que cada uno pueda hacer por la suya", señaló Nunes, que además de representar a su empresa también es dirigente del Club Peñarol.
"Empezamos hablando entre algunos -agregó Galante- y nos dimos cuenta de que no nos conocíamos lo suficiente entre vecinos. Lo rápido que se formó este agrupamiento en el que ya hay 36 empresas o entidades, demuestra la necesidad que había", señaló el empresario.