"Lo que pasa con glifosato es un caso sumamente objetivo, que si algo demuestra es que el sistema está preparado para dar la luz verde a tecnologías y productos cuya inocuidad no está aprobada. Porque yo no me puedo enterar diez años después de que estoy rociando el país entero con una sustancia que es peligrosa para el medio ambiente o la salud. No. Y, obviamente, lo que esto pone en duda son las declaraciones que se hacían al momento de iniciar con esta tecnología, en las se garantizaba la inocuidad. Bueno, así funciona lamentablemente el sistema y las medidas se toman después. Es lo mismo que pasa hoy con la telefonía celular. Hay cada vez más restricciones internacionales con estas cosas, pero la ciencia no es contundente en algunas cosas, porque es difícil serlo, porque algunas cuestiones son difíciles de probar desde el punto de vista metodológico".