No tiene linaje y carece tanto de ostentación como de riqueza. Pero la monarquía existe en Rosario, es hereditaria y sus majestades tienen tanto o más ritmo y belleza que cualquiera del planeta. Los carnavales 2011 organizados por el municipio coronaron ayer a la madrugada a tres nuevos reyes: el Rey Momo es Giuliano Fessia, de 21 años; la Reina de la Comparsa, se llama Rocío González, es rubia y tiene de 17 años, y la Reina de la Batucada es Rocío Robles, una morocha de 18 años.
Los tres vienen de familias de rancio abolengo, con padres o abuelos coronados durante algún carnaval. Y todos pertenecen a Generación Futura, una de las comparsas más antiguas de la ciudad, nacida hace 15 años en el humilde barrio de Las Flores Este y, desde esta semana, todo un reino en la zona sur.
En la calle, vestidos con jeans y ojotas y aún con purpurina en la cara; así los encontró La Capital ayer por la tarde a los tres monarcas. Un puñado de la comparsa también se dio cita en la casa de la directora y mentora del grupo, Susana
Tuccio. Su hogar, sobre todo de noviembre a marzo, se transforma en depósito, espacio para coser, ensayar y festejar cada año. Allí en el patio, entre macetas, una pileta de lona como fondo, pero también en la calle, y bajo la mirada de los vecinos, se improvisó un estudio fotográfico.
“Los primeros pasos los dimos durante la dictadura. Luego con chicos de tres y cuatro años del jardincito Nº 137 del barrio formamos la Murga Caramelo, pero, como los perdíamos cuando se iban de la escuela, en el 95 creamos Generación Futura. Llegamos a ser 400 personas en 2001. Las madres les enseñamos a los chicos a hacerse todo, desde coser a bailar, y lo logran a pulmón”, remarcó Tuccio. No cuesta creerle al observar los atuendos.
No faltan las plumas de faisán ni las piedras brillosas, pero tampoco el ingenio. Los casquetes plateados de los músicos son de membrana asfáltica, para impermeabilizar techos, y en el centro lucen un CD. Todo suma.
Por fuera del carnaval, el rey y las reinas trabajan de promotores o como modelos. Tanto ellos como el resto de los chicos cursan por completo su escolaridad y sueñan con un futuro ligado al espectáculo. Belleza no les falta, tampoco “profesionalismo” expresó
Tuccio.
“La noche de la coronación a las dos se nos rompieron las sandalias pero nunca dejamos de bailar”, admitieron ambas reinas. Y la directora de la comparsa agregó: “Estos chicos cargan con los prejuicios más crueles por ser de Las Flores, pero el carnaval les da alegría, los organiza, les enseña y crea sentido de pertenencia”.
Este año Generación Futura no pudo grabar un tema musical ni llevar carroza por falta de fondos. “Pero compramos instrumentos con las funciones que vendimos en varias poblaciones y fiestas. Necesitamos unos 30 mil pesos por carnaval y sponsors. Garantizamos calidad”, aseguraron los
monarcas. l